LA CANTANTE Y ACTRIZ DOLLY PARTON NO PODRÁ RECOGER EL PREMIO HUMANITARIO JEAN HERSHOLT QUE ENTREGA LA ACADEMIA DE LOS OSCAR.

 LA CANTANTE Y ACTRIZ DOLLY PARTON NO PODRÁ RECOGER EL PREMIO HUMANITARIO JEAN HERSHOLT QUE ENTREGA LA ACADEMIA DE LOS OSCAR.

La cantante y actriz Dolly Parton, reconocida como una de las grandes figuras de la música country y una personalidad influyente en la cultura popular estadounidense, no podrá asistir a la gala de los Governors Awards programada para el 16 de noviembre en Los Ángeles. La Academia de Hollywood tenía la intención de otorgarle el Jean Hersholt Humanitarian Award, uno de los galardones más significativos que ofrece, en reconocimiento a su labor humanitaria.

A los 79 años, Dolly Parton reside en Tennessee y anunció esta semana la necesidad de posponer una serie de seis conciertos en Las Vegas —con todas las entradas vendidas en menos de dos horas— debido a asuntos de salud. Esta noticia se presenta en un año particularmente difícil para la artista, el cual ha estado marcado por el fallecimiento de su esposo Carl Dean en marzo, con quien compartió casi seis décadas de matrimonio.

A pesar de su ausencia en la ceremonia, su legado será celebrado junto al de los otros galardonados de esta edición: Tom Cruise, Debbie Allen y Wynn Thomas, quienes recibirán los Oscar honorarios de este año.

La carrera de Dolly Parton en el cine incluye papeles notables en Cómo eliminar a su jefe y La casa más divertida de Texas (1982), así como nominaciones al Oscar por mejor canción original por *Nine to Five* y *Travelin’ Thru* (de Transamerica, 2005). Sin embargo, su impacto más duradero se extiende mucho más allá de su trayectoria artística.

Desde 1988, Dolly Parton ha promovido la Dollywood Foundation, y en 1995 estableció la Imagination Library, un programa que a lo largo de tres décadas ha distribuido más de 285 millones de libros gratuitos a niños en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Irlanda y Australia, promoviendo la lectura desde la infancia. Además, ha realizado donaciones millonarias en apoyo a la investigación médica —incluyendo dos millones de dólares al Vanderbilt University Medical Center, que contribuyeron al desarrollo inicial de la vacuna de Moderna contra la COVID-19— así como su activismo en favor de la comunidad LGBTQ+.