AL PACINO Y ROBERT DE NIRO, AMIGOS PARA SIEMPRE.

 AL PACINO Y ROBERT DE NIRO, AMIGOS PARA SIEMPRE.

Hay amistades que perduran a lo largo del tiempo, de la fama y de las manipulaciones del ego. La relación entre Robert De Niro y Al Pacino se ubica en esa categoría rara y casi mítica de conexiones que trascienden las generaciones. Dos hombres, dos leyendas, dos almas dedicadas a la misma causa: la búsqueda de la verdad en la interpretación. Cincuenta años después de aquella interacción invisible en El Padrino II, sus nombres se vuelven a entrelazar, no en los créditos de una película, sino en una campaña que, con ironía y calidez, conmemora la complicidad que los ha mantenido unidos durante medio siglo.

Warmer Together, la nueva iniciativa de la firma italiana Moncler, representa mucho más que un simple anuncio de moda. Filmada en un elegante blanco y negro por el fotógrafo Platon, la campaña transforma a los actores veteranos en un reflejo del paso del tiempo: dos hombres que han experimentado mil vidas en la pantalla y que ahora, en sus ochenta y tantos, encuentran en la amistad su refugio más humano. Sentados uno frente al otro, envueltos en las distintivas parkas de la marca, ríen, conversan y se comprenden sin necesidad de palabras.

«La calidez nunca se trató de lo exterior. Siempre se relacionó con lo que ocurre en el interior», reflexiona De Niro en uno de los fragmentos. Y, en esa declaración aparentemente sencilla, se condensa toda una filosofía compartida: la búsqueda de la autenticidad, de lo esencial, tanto en el arte como en la vida. A su lado, Pacino asiente con esa media sonrisa que parece haber sobrevivido a todas las mascarillas. «La amistad es lo mejor que puedes poseer —afirma—. Personas con las que compartes el mismo mundo. Existe confianza y la comprensión de la vida».



Ambos provienen de una misma escuela: la de los intérpretes metódicos, formados en la disciplina del método, bajo la tutela de Lee Strasberg y Stella Adler. No es casualidad que se cruzaran precisamente en Nueva York, en los corredores del Stella Adler Studio of Acting, en un tiempo en que ambos eran jóvenes en busca de su lugar en el mundo. Medio siglo después, lo han hallado: uno frente al otro, vestidos con elegancia, conscientes de haber superado las vicisitudes de la industria.

Su vínculo, construido sobre la admiración y forjado por la distancia, ha perdurado a pesar de las inevitables comparaciones y el mito del antagonismo. El cine los unió por primera vez en El Padrino II (1974), aunque sin compartir escena: el neoyorquino interpretaba al joven Vito Corleone, mientras que el italoamericano retomaba el papel de Michael, su hijo, en un tiempo narrativo diferente. Se requirió esperar más de dos décadas para verlos juntos en Heat (1995), de Michael Mann, donde la escena del café entre el detective y el ladrón se transformó en una clase magistral sobre el poder del silencio. Posteriormente, se reunieron en Asesinato Justo (2008), interpretando a dos policías experimentados, y en El Irlandés (2019), de Martin Scorsese, una elegía sobre la culpa, la lealtad y el paso del tiempo que los retrató como dos titanes en el ocaso de sus carreras.

Ganadores de tres premios Oscar en total (De Niro posee dos y Pacino uno), ambos actores han mantenido trayectorias paralelas sin la necesidad de competir entre sí. De Niro es conocido por su capacidad para transmitir silencios profundos; Pacino, por su habilidad para realizar explosiones emocionales controladas. Estas son dos aproximaciones distintas a la intensidad actoral, conectadas por el respeto mutuo y un compromiso ético compartido en el arte. «Nos comprendemos sin necesidad de palabras», confiesa el protagonista de Esencia de mujer. «Hay un nivel de confianza. Simplemente lo hay». No se trata únicamente de haber colaborado en guiones, premios y décadas dentro de la industria cinematográfica; es que, incluso fuera del entorno del rodaje, continúan representando algo que Hollywood ofrece rara vez: la durabilidad de lo auténtico. A los 85 años (Pacino) y 82 años (De Niro), ambos actores continúan desafiando el paso del tiempo con la misma calma que muestran en la presente campaña.





Comentarios

  1. Ambos empezaron en la misma época, ambos se consagraron con la saga de El Padrino, ambos se consolidaron con Heat y ahora ambos están en esa etapa de la vida que han dado todo lo mejor de si mismo y solo aceptan productos alimenticios para ir pagando facturas.

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