EL PUÑETAZO CON EL QUE SE ROMPIO LA AMISTAD ENTRE HENRY FONDA Y JOHN FORD.
John Ford y Henry Fonda colaboraron en la producción de seis películas: El joven Lincoln en 1939, Corazones indomables en 1939, Las uvas de la ira en 1940, Pasión de los fuertes en 1946, Fort Apache en 1948 y Escala en Hawái en 1955. Sin embargo, tras esta última, la dinámica entre ellos experimentó un cambio significativo. La colaboración excepcional entre el director y el actor no volvió a repetirse. De hecho, cuando ambos participaron en la monumental superproducción La conquista del Oeste en 1962, el director asumió el proyecto consciente de que la sección del filme que dirigiría no contaría con la presencia del actor, a quien describió utilizando la famosa expresión: "¿Ha visto usted a Henry Fonda caminar? Así es el cine".Hacia finales de la década de 1940, Henry Fonda se encontraba en el apogeo de su carrera como estrella. Había interpretado dramas tales como Las uvas de la ira y Entre el amor y el pecado, además de comedias como Las tres noches de Eva y Anillos en sus dedos, así como destacados wésterns como La venganza de Frank James y Fort Apache. Por lo tanto, muchos se mostraron perplejos ante la decisión de Fonda, a la edad de 45 años, de pausar su exitosa carrera cinematográfica para dedicarse al teatro; no obstante, la razón detrás de esta elección fue una oferta para un papel que lo cautivó y que lo llevó a realizar más de mil representaciones, el rol de Mr. Roberts en la obra homónima de Thomas Heggen y Joshua Logan.
La producción resultó ser un éxito en Broadway durante más de dos años, al punto de que Warner Brothers adquirió los derechos del guion con la intención de llevarlo a la pantalla grande, propuesta que Fonda rechazó en un principio. Sin embargo, la participación de John Ford finalmente lo convenció de aceptar el proyecto.
La narrativa de la obra se centra en la vida de un barco mercante durante la Segunda Guerra Mundial, cuyo mando recae en un capitán severo y despótico, mientras que la tripulación coloca sus esperanzas en otro de los oficiales, Mr. Roberts. La película reunió a un elenco de actores predominantemente masculino, destacando la actuación de un enérgico James Cagney en el papel antagonista al siempre heroico Henry Fonda, junto a ellos, William Powell y Jack Lemmon, quien recibió el Oscar al mejor actor secundario.
Sin embargo, el rodaje enfrentó dificultades desde el primer día.
Fonda se sentía tan intensamente familiarizado con el texto y el personaje tras casi dos años de interpretación en el teatro, que verdaderamente lo consideraba como algo propio. No obstante, la perspectiva que Ford deseaba implementar nunca fue bien recibida por él. Esto se debió, principalmente, a que el director pretendía acentuar el humor visual en detrimento de los diálogos extensos, algo que Fonda rechazaba y que le acarreó no pocas burlas públicas por parte del director durante el rodaje. Además, ambos poseían interpretaciones del personaje que diferían considerablemente. El actor, siempre haciendo referencia al texto original, representaba a Roberts como un oficial serio y comprometido con su equipo, dotado de un sentido del humor que nunca caía en lo caricaturesco, mientras que Ford insistía en una interpretación más histriónica y burlesca, a lo que el actor se oponía en reiteradas ocasiones. Esta situación se mantuvo día tras día. Entonces, Ford comenzó a reírse abiertamente de la devoción de Fonda por el personaje, refiriéndose a él como "Miss Roberts" ante todos y burlándose del estilo teatral que adoptaba en su actuación. Sin embargo, Fonda, quien conocía bien al director y era uno de los pocos que no le temía, confrontó a Ford en más de una oportunidad, hasta el punto en que el ambiente en el set se tornó insostenible, especialmente tras un incidente en el que un Ford enfurecido y ebrio le propinó un puñetazo en el abdomen. Testigos del suceso relataron que un Fonda atónito y entristecido se quedó mirándolo fijamente y abandonó el set en silencio, después de lo cual Ford, avergonzado, no volvió a dirigirse a nadie durante varios días.
Posteriormente, cerca de la mitad del rodaje de la película, Ford padeció de una úlcera que le impidió finalizarla, motivo por el cual Warner contactó a Mervyn LeRoy para que se encargara del proyecto. Fonda sintió un considerable alivio, ya que el nuevo director le permitió añadir todos los matices que deseara al personaje. El resultado fue una película equilibrada que fusionaba el estilo del director de "Centauros del desierto" y "El hombre que mató a Liberty Valance" con el de "Quo Vadis? " y "Mujercitas". Se convirtió en una pequeña joya que combinaba lo mejor de cada escuela.
"Escala en Hawái" fue un éxito cinematográfico tanto como lo había sido en el teatro, aunque es cierto que ni Fonda ni Ford quedaron complacidos con el resultado final. Lo más lamentable fue que esta experiencia resultó en el deterioro de su amistad tras 15 años de colaboración, respeto mutuo y varias obras maestras compartidas. Su relación trascendía el ámbito cinematográfico, ya que disfrutaban juntos de partidas de cartas, fines de semana, encuentros familiares, paseos en barco y largas horas de conversación. Sin embargo, tras la amarga experiencia de esta última película, apenas se dirigieron la palabra durante el resto de sus vidas.
De acuerdo con Peter Bogdanovich, el notable biógrafo de John Ford, este último expresaba en privado su pesar por la pérdida de la amistad con Fonda, quien, por su parte, siempre afirmó que Ford había sido el mejor director con el que había colaborado en su carrera. No obstante, nunca lograron alcanzar una reconciliación. Así fue como el cine pudo haber perdido la oportunidad de que estos dos íconos del cine se reunieran para crear otra excepcional obra juntos. Posiblemente, habríamos tenido la oportunidad de ver a uno de los actores más destacados de la historia en escenarios como el Momella de Hatari! , la Innisfree de El hombre tranquilo, o el Shinbone de El hombre que mató a Liberty Valance.
Quizás debieron haber realizado las paces.
Muy buena pelicula, con grandes interpretaciones, con ese incidente entre dos grandes del cine que demostraron tener en esta ocasion un fuerte caracter, pero que la verdad tenían que haber limado asperezas.
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