EL HOMENAJE QUE RINDE STEVEN SPIELBERG A UNA PELICULA DE JOHN FORD EN "TIBURON".
Según Steven Spielberg, esto realmente sucedió. Así lo narra en el final de Los Fabelman, película que se puede alquilar en España a través de Amazon: un día, cuando él contaba con tan solo 20 años, entró en la oficina de John Ford, y el icónico cineasta lo recibió. No por mucho tiempo, pero sí lo suficiente como para ofrecerle un consejo que transformaría su trayectoria: en resumen, si vas a dirigir una película, evita replicar lo que todos hacen. Es monótono. Sé original.En Los Fabelman, el efímero mentor de Spielberg es interpretado por un director que, sin duda, compartía este enfoque con John Ford, David Lynch. A pesar de contar con una comunidad de críticos (siempre persistente e inquebrantable), Spielberg se convertiría, poco después de su encuentro con Ford, en uno de los más destacados creadores visuales del cine.
El diablo sobre ruedas presagió que en el individuo al otro lado de la cámara (meramente un joven entonces) no había nada común. Sin embargo, fue Tiburón la película que lo catapultó a la fama. En esta obra, Steven Spielberg se toma un momento para rendir homenaje a su mentor.
Casi cualquier película puede ser argumentada como un "western espiritual", pero en el caso de Tiburón no se requiere gran esfuerzo. De hecho, la inusitada camaradería forjada entre el sheriff, el oceanógrafo y el marinero frente a un adversario aterrador debe mucho a Howard Hawks y su Río Bravo. No obstante, hay un instante, en el primer acto, en el cual Spielberg rinde homenaje a lo que él considera (como ha expresado en múltiples entrevistas) la mejor película de John Ford, Centauros del desierto.
Este momento ocurre durante el descubrimiento del cuerpo de la primera víctima de Bruce, el tiburón que acecha Amity Island. Uno de los oficiales que patrullan la costa alerta con su silbato al sheriff, quien se aproxima hacia él. Al alcanzarlo, el agente se encuentra sentado en el suelo y, en un estado casi catatónico, toma un puñado de arena y lo lanza al aire. Posteriormente, clava sus llaves en las dunas. Para muchos cinéfilos, esta escena inmediatamente evocó a John Wayne.
El oficial de Spielberg imita, movimiento por movimiento, al inolvidable tío Ethan de Centauros del desierto. Tras adentrarse en un cañón en busca de Lucy, su sobrina secuestrada por los indígenas, Ethan vuelve desalentado y sin abrigo y, antes de dirigirse a sus compañeros de expedición, se tiende y clava su cuchillo en la arena.
Más adelante, cuando el prometido de Lucy cree haberla visto danzando con los indígenas, Ethan revelará que se trata de una mujer que lleva puesta su ropa. La verdadera Lucy la había encontrado él en el cañón, ya fallecida. Para proteger su cuerpo de los animales carroñeros, Ethan lo cubrió con su abrigo. Cabe mencionar que el horizonte, tanto en las secuencias de Centauros del desierto como en Tiburón, nunca estaba centrado.
Curioso no me había dado cuenta del detalle.
ResponderEliminarMuy interesante, no tenía ni idea. La vida de Spielberg debe de ser muy rica.
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