UNA BATALLA TRAS OTRA (2025)

 EL 👀 CRITICO

UNA BATALLA TRAS OTRA (2025)
REPARTO: LEONARDO DICAPRIO, SEAN PENN, CHASE INFINITI, BENICO DEL TORO, TEYANA TAYLOR, REGINA HALL, TONY GOLDWYN, JOHN HOOGENAKKER, ALANA HAIM, WOOD HARRIS, SHAYNA McHAYLE, D.W. MOFFETT, JIM ANDERSON
DIRECTOR: PAUL THOMAS ANDERSON
MÚSICA: JONNY GREENWOOD
PRODUCTORA: WARNER BROS
DURACIÓN: 162 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
‘Una batalla tras otra’, dirigida por Paul Thomas Anderson, llega rodeada de elogios que la presentan como obra maestra del cine contemporáneo, aunque al verla resulta ser un espectáculo más desigual y contradictorio de lo que prometen esas expectativas. La película deslumbra visualmente: rodada en celuloide con fragmentos en VistaVision, su fotografía y composición alcanzan momentos de pura majestuosidad, mientras la cámara coreografía persecuciones y caos con virtuosismo. La música jazz disonante y el montaje frenético refuerzan la tensión de cada secuencia, consolidando la excelencia técnica de Anderson.


Sin embargo, esa brillantez formal no logra enmascarar los problemas del guion. La historia, que pretende explorar la militancia radical y sus consecuencias, se diluye en un híbrido que combina melodrama familiar, sátira grotesca y buddy film sin cohesión. El antihéroe, Bob Ferguson (Leonardo DiCaprio), un hombre atrapado en recuerdos revolucionarios y adicciones, carece de profundidad; y la relación con su hija adolescente, eje emotivo del relato, apenas se desarrolla, dejando la dimensión íntima incompleta.

El discurso político tampoco consigue complejidad. Anderson critica el trumpismo, la represión policial y la inmigración, mientras coquetea con la nostalgia de movimientos como los Black Panthers o Antifa, pero lo hace de manera simplista. Los revolucionarios oscilan entre lo romántico y lo ridículo, y el Estado opresor, encarnado por un Sean Penn caricaturesco, se convierte en un antagonista exagerado. La película pretende provocar y ser incisiva, pero su mensaje se vuelve burdo, lleno de consignas y simbolismos que más que reflexionar, subrayan hasta el absurdo.

Existen, eso sí, destellos de interés en el tono esperpéntico: por momentos, la obra sugiere la farsa inevitable de toda ideología y la autodestrucción de la revolución. Pero la exageración constante neutraliza esa fuerza, y la sátira termina confundida con sketch. La película entretiene en ráfagas, pero la combinación de drama familiar poco desarrollado y crítica política simplista la deja atrapada entre lo pueril y lo obvio.

En conclusión, ‘Una batalla tras otra’ es un ejercicio técnico impecable, donde el talento de Anderson para la cámara, la iluminación y la composición alcanza la cúspide del cine contemporáneo, pero cuyo contenido narrativo y político resulta débil y reiterativo. Un film deslumbrante en lo formal, irregular en lo emocional y superficial en lo ideológico: una obra que impresiona con la mirada, pero que decepciona con lo que cuenta.




Comentarios

  1. A mi personalmente no me ha gustado nada, siendo lo que me ha gustado mas la ultima hora. El film yo lo veo como una critica a la política inmigratoria de la administración Trump. Es muy difícil simpatizar con los protagonistas y si no consigues esto al menos en mi persona, es muy difícil para no decir imposible conectar con la pelicula, por un lado tenemos a los terroristas protagonistas y por otro a las fuerzas del orden que tampoco consiguen simpatía alguna. Yo veo una pelicula muy atropellada, con unos actores que no ofrecen ningún trabajo interesante, Leonardo DiCaprio como que no, y Sean Penn que parece un Madelman sacado de un episodio de los dibus de los Looney Tones.

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