TERRY GILLIAN SUEÑA CON HACER UNA ULTIMA PELICULA ANTES DE SU MUERTE.
Terry Gilliam nunca ha sido un hombre fácil de detener. Tras ver cómo se desmoronaba su ambicioso proyecto Carnival at the End of Days por la retirada de sus inversores italianos, el cineasta de 84 años ha decidido regresar a uno de sus viejos sueños: The Defective Detective. Durante su paso por el Festival de Sitges, el ex–Monty Python reveló que está intentando convencer a Paramount para rescatar el guion que escribió hace más de tres décadas. “Hay nueva gente en el estudio, tengo un nuevo agente en Hollywood y estoy intentando reactivar el proyecto —explicó Gilliam—. Me gustaría dirigirlo antes de morir. Se llama The Defective Detective, y debería ser mi última película.”Ideada a comienzos de los noventa, la cinta combina el tono del cine negro con la imaginación desbordante del autor de Brazil. Su protagonista, un detective desencantado, se adentra en un mundo onírico a través de la imaginación de una niña. Una premisa que, según muchos críticos, representa “territorio puro Terry Gilliam”: el choque entre lo absurdo, lo poético y lo trágico.
A lo largo de su larga travesía, el proyecto ha pasado por las manos —o los rumores— de intérpretes como Nick Nolte, Nicolas Cage, Bruce Willis y Matt Damon. Ninguno llegó a concretarse. Las sucesivas reescrituras del libreto y el coste disparado de la producción fueron suficientes para condenar la película a la categoría de mito.
Desde El hombre que mató a Don Quijote (2018), otro de sus legendarios proyectos malditos, Gilliam no ha vuelto a ponerse detrás de una cámara. Aquella epopeya, que tardó más de veinte años en ver la luz, pasó discretamente por la taquilla, pero el director la considera uno de los logros más personales de su carrera.
En un Hollywood cada vez más renuente a financiar obras originales de gran presupuesto, las posibilidades de que The Defective Detective se materialice son inciertas. Pero Gilliam, fiel a su naturaleza de soñador indomable, parece dispuesto a desafiar las probabilidades una vez más. Quizá, después de todo, la película que lleva treinta años imaginando acabe convirtiéndose en su último acto de magia.
Por la edad que tiene y los problemas que tiene para encontrar financiación, yo diría y ojala me equivoque que su filmografía se quedara tal y como esta.
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