SHARON STONE SALE EN DEFENSA DE SYDNEY SWEENEY DE LAS CRITICAS RECIBIDAS EN SU ULTIMA APARICION PUBLICA.

 SHARON STONE SALE EN DEFENSA DE SYDNEY SWEENEY DE LAS CRITICAS RECIBIDAS EN SU ULTIMA APARICION PUBLICA.

Sharon Stone conoce bien lo que significa cargar con la etiqueta de símbolo sexual y vivir bajo la lupa de Hollywood. Aquella experiencia, tan intensa como desgastante, le ha dado una perspectiva que hoy utiliza para defender a las nuevas generaciones. En su intervención en el evento Power of Women organizado por Variety en Los Ángeles, la actriz de Instinto básico quiso salir en defensa de Sydney Sweeney, su compañera en el rodaje de la tercera temporada de Euphoria, ante la presión mediática que la joven intérprete ha sufrido en los últimos meses.

Durante su paso por la alfombra roja, Stone fue preguntada por la polémica que rodeó a Sweeney el pasado verano a raíz de una campaña de la marca American Eagle. El anuncio, con el eslogan “Sydney Sweeney tiene unos jeans estupendos”, fue criticado por algunos sectores que lo consideraron un “eufemismo de la supremacía blanca” al jugar con el doble sentido entre jeans (vaqueros) y genes.

“Está muy bien usar aquello que tu madre te ha dado”, respondió Stone con serenidad. “No es fácil ser tan atractiva, creo que todos lo sabemos. No pasa nada por aprovechar cada gota de atractivo que tienes aquí y ahora. Cada persona tiene su propio tipo de belleza, y hay que apostar por ella. ¿Quién eres tú para no sentirte hermosa? Lo que eres no es ningún accidente”.

La actriz recordó además que la controversia coincidió con el rodaje de Euphoria, y que ambas mantuvieron una conversación sobre el tema inspirada en un ejemplo que le era muy cercano: el de Jane Goodall, la célebre primatóloga británica, fallecida el 1 de octubre a los 91 años, con quien Stone compartía un ahijado.

“Le conté que cuando Jane apareció en la portada de Life por su trabajo con los gorilas, llevaba pantalones cortos de safari y una camiseta”, relató. “Otro científico comentó que solo había conseguido la portada porque tenía buenas piernas. Y Jane le respondió: ‘Si ha sido así, eso me ha permitido conseguir más dinero para mi investigación’”.

Según Stone, Sydney Sweeney reaccionó con la misma lucidez: “Me dijo: ‘Sí, sé que he logrado que la empresa de vaqueros gane mil millones de dólares, y me alegra. Porque, ¿sabes qué? Conseguiré otro trabajo’”.

La anécdota sirvió para cerrar el círculo entre dos generaciones de mujeres que, cada una a su manera, han aprendido a transformar el juicio ajeno en una forma de poder propio.