PEDRO PASCAL FUE RECHAZADO PARA ESTA PELICULA QUE PUDO PROTAGONIZAR LEONARDO DI CAPRIO TAMBIEN.
Pedro Pascal ha vivido en 2025 su propio año de gracia. Ha estado en todas partes, en todos los carteles, en todas las conversaciones. Tres estrenos simultáneos —Materialistas, Los 4 fantásticos: Primeros pasos y Eddington— han coincidido en la cartelera española, como si una misma productora quisiera recordarle al público que el chileno más querido de Hollywood no descansa. A ello se suma la esperada segunda temporada de The Last of Us, suficiente para que más de un espectador bromease con la existencia de una ley no escrita que obliga a todo director de casting a incluir a Pedro Pascal en su reparto.Su omnipresencia resulta aún más llamativa si se repasa el itinerario de su carrera: una ascensión paciente, discreta, que parecía destinada al anonimato. Durante años, Pascal fue uno de esos actores que sobrevivían de pequeñas apariciones en televisión, sin que su nombre figurase en la memoria del público. No sería hasta su irrupción en Juego de tronos, cuando encarnó al carismático príncipe Oberyn Martell, que algo cambió. Aquella breve estancia en Poniente bastó para que millones de espectadores recordaran su rostro y su voz. Pero lo cierto es que, para entonces, Pascal ya bordeaba los cuarenta años y acumulaba casi dos décadas de puertas cerradas y papeles esquivos.
Su primera audición fue, de hecho, un pequeño punto de inflexión invisible. Aspiraba a un papel en Las dos caras de la verdad, pero otro desconocido, un tal Edward Norton, acabó llevándose el personaje. El resto es historia: Norton debutó en aquella película junto a Richard Gere, tras imponerse a más de dos mil aspirantes, entre ellos el propio Pascal. Leonardo DiCaprio había rechazado el papel, y aquella renuncia se convirtió en el primer eslabón de una carrera meteórica. Norton cobró apenas cincuenta mil dólares, pero al poco tiempo estaba nominado al Oscar y convertido en la gran revelación del año.
Pedro Pascal, mientras tanto, volvía al anonimato. Norton, por su parte, no ganó aquella estatuilla —fue Cuba Gooding Jr. quien se la llevó—, pero se aseguró algo más duradero: la atención de Woody Allen, Milos Forman, David Fincher y Spike Lee, que lo reclamaron uno tras otro. Desde entonces, Norton es uno de los grandes actores sin Oscar del siglo XXI, Gooding Jr. un recuerdo de los noventa, y Pascal el ejemplo perfecto de que en Hollywood las carreras pueden ser tan lentas como inevitables.
Los que hemos visto Juego de Tronos le recordamos sobretodo por la manera como murió,una de las escenas más impactantes de toda la serie.
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