EL DÍA QUE STALIN MANDÓ ASESINAR A JOHN WAYNE.

 EL DÍA QUE STALIN MANDÓ ASESINAR A JOHN WAYNE.

La concepción de América en el siglo XX, específicamente la de los Estados Unidos como salvador de Europa y garante de las libertades occidentales, podría ser representada a través de una única figura emblemática; esta figura sería, indudablemente, John Wayne.

John Wayne se erige como una leyenda estadounidense, un paradigma de valores e integridad que, a lo largo de su carrera en 170 películas, personificó a una variedad de héroes que defendían principios universales y esenciales como la justicia, la camaradería, el trabajo y el honor. Desde su actuación en 1939 en "La diligencia", hasta su obtención del único Oscar de su trayectoria en 1969 por "Valor de ley", Wayne se mantuvo siempre en la cúspide de su carrera, disfrutando de la admiración y el aprecio tanto en América como en Europa. Sin embargo, su popularidad generó un profundo resentimiento por parte del bloque comunista.

Joseph Stalin era un entusiasta del cine. Desde que presenció los impactantes filmes de propaganda de la década de 1920, como "Octubre" y "El acorazado Potemkin" de Eisenstein, así como "La madre" de Pudovkin, se mostró plenamente consciente del poder que poseía el cine. Asimismo, cuando en 1945 el Ejército Rojo confiscó la colección personal de más de mil películas pertenecientes a Joseph Goebbels en Berlín, este acervo se integró al archivo cinematográfico soviético, del cual Stalin se aprovisionó profusamente.

A pesar de que el discurso oficial soviético condenaba la noción burguesa promovida por el cine occidental, hay una innumerable cantidad de biografías sobre el dictador que afirman su admiración por Charlie Chaplin, los musicales y los wésterns. Este último género se asocia con varios nombres icónicos, y uno de estos, sin lugar a dudas, es el de John Wayne.

Sin embargo, además de representar los valores de construcción nacional y el ideal del héroe americano, el actor se destacó como un acérrimo anticomunista. Como presidente de la Alianza Cinematográfica para la Preservación de los Ideales Americanos, un grupo de Hollywood que denunciaba la penetración comunista en el cine, Wayne dedicó su vida a emitir declaraciones en contra del comunismo, tales como: «Si debo representar a Estados Unidos en el extranjero, prefiero que me vean como el vaquero que defiende la libertad antes que como alguien que se rinde al comunismo» o «El comunismo es algo que debe ser detenido en este país y en el mundo entero. No deseo que nuestra forma de vida americana desaparezca». Tal postura tan contundente frente al comunismo se consideró peligrosa por muchos.

Alrededor de 1951, aunque no existen documentos que lo corroboren, sino múltiples fuentes biográficas, Joseph Stalin supuestamente ordenó a la KGB la eliminación de esta superestrella americana. Esta información se encuentra en las memorias del actor soviético Mijaíl Gluzskiy y del cineasta Sergei Gerasimov, así como en una de las biografías más populares sobre el actor, "John Wayne: El hombre detrás del mito", escrita por Michael Munn. En esta obra se detalla que espías soviéticos disfrazados de agentes del FBI lograron infiltrarse en la oficina que Wayne poseía en los estudios de Warner Bros en Hollywood, pero fueron descubiertos y capturados antes de que el actor llegara.
Cuando Wayne fue notificado por los servicios secretos sobre el plan de la KGB para llevar a cabo su asesinato, reaccionó con calma y sin temor: "Si los seguidores de Stalin desean venir a por mí, aquí estaré. No tengo intención de ocultarme". Sin embargo, tras el fallecimiento del dictador en 1953, se sugiere que Nikita Khrushchev buscó disminuir las tensiones con Hollywood y anuló dicha orden.

A pesar de esto, el resentimiento comunista hacia Wayne no se extinguió con este intento. La biografía de Munn indica que poco después de este incidente con los soviéticos, durante la filmación de Honda a inicios de 1953, un grupo de comunistas estadounidenses fue detenido justo antes de que intentaran asesinarlo, y que en 1966, mientras el actor se encontraba en Vietnam visitando a las tropas estadounidenses, un francotirador chino bajo las órdenes de Mao también supuestamente intentó acabar con su vida.

Amado y respetado por toda la industria cinematográfica, en la actualidad resultaría inimaginable que un actor con una ideología tan decididamente opuesta a la izquierda, pudiera ser una de las estrellas más perdurables en la historia del cine durante más de tres décadas. Él logró esto y, como consecuencia, adquirió numerosos adversarios. La veracidad de si intentaron darle muerte o no solo se basa en relatos de terceros, por lo que todo esto forma parte de la leyenda que ha crecido en torno al actor. No obstante, John Wayne fue la auténtica representación del héroe del Oeste. Y, como se sabe, ahí se forja la leyenda.



Comentarios

  1. Veo que esto de matar o intentar matar a las personas que les hacen estorbo por un motivo u otro es tradición en los presidentes rusos. Por suerte para todos Stalin fracaso en el intento.

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