CRÓNICA NEGRA (1972)

 EL CINE DE LOS AÑOS 70

CRÓNICA NEGRA (1972)
REPARTO: ALAIN DELON, CATHERINE DENEUVE, RICHARD CRENNA, RICCARDO CUCCIOLLA, STAN DYLIK, MICHAEL CONRAD, SIMONE VALERE, PAUL CRAUCHET, ANDRÉ POUSSÉ, CATHERINE RETHI, JEAN DESAILLY, VALERIE WILSON
DIRECTOR: JEAN-PIERRE MELVILLE
MÚSICA: MICHEL COLOMBIER
PRODUCTORA: LES FILMS CORONA
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: FRANCIA
"Crónica negra" ("Un flic") representa las últimas reflexiones de J. P. Melville, previas a su muerte, sobre el thriller negro y sus representaciones arquetípicas, manifestando su deseo absoluto de abstraerse, ya que, sobre todo, simboliza la reducción a su esencia de los métodos estilísticos y retóricos convencionales.

En esta obra crepuscular, Melville ha dejado de lado incluso el interés por la intriga, que resuelve mediante elipsis y sugerencias, centrándose exclusivamente en las experiencias y la indefinición en su estado más puro. Todo se asume sin necesidad de explicación: la acción transcurre a través de los vacíos narrativos, y el director no se preocupa por la psicología ni las interacciones de los personajes, los cuales son prácticamente irrelevantes.




Los criminales que aparecen en esta narrativa revelan, a través de continuas elipsis, la meticulosa manera en que planifican cada uno de sus movimientos; es un método compulsivo para esquivar el vacío y la desesperación, y, en última instancia, evitar la inacción que conduciría a la nada. Nuevamente, resurge la obsesión de Melville por la muerte; sin embargo, el círculo trágico, que agrupa a todos sus personajes en torno a esta tragedia, se cierra una vez más, y nadie logra escapar de él.

Para apreciar en su totalidad la estructura de su cinematografía, es aconsejable revisar otros dos notables filmes anteriores de este director ("El silencio de un hombre" y "El círculo rojo"). Juntos, conforman la gran trilogía policial de Jean-Pierre Melville en la etapa final de su carrera. Así, al profundizar en su esencia, podemos reconocer el ritual samurái que define a sus personajes. Los cambios de vestuario de Richard Crenna ilustran cómo cada gesto del actor al prepararse para llevar a cabo el meticuloso plan se convierte en el foco de atención del director, y todo el conjunto se transforma en un ballet gestual que, a través de su énfasis, adquiere una relevancia dramática superior, incluso, al propio desarrollo de la secuencia subsiguiente del asalto al banco bajo la lluvia.

En relación con la indumentaria de sus protagonistas, J. P. Melville comentó una vez: "Un hombre armado es casi un soldado, y por tanto debe portar uniforme, y le aseguro que suele optar por llevar sombrero. . . "



Comentarios

  1. Para mi gusto algo lenta, y con un final muy poco por no decir mal explicado, ya que no sabemos nunca, como el policia protagonista descubre a los ladrones. Lo mejor es el robo en el tren. Tanto Richard Crenna sobretodo como Alain Delon están bien y entre los miembros del reparto encontramos a Michael Conrad, que se hizo famoso en la serie Canción triste de Hill Street como el sargento que lanza la celebre frase de "... y tengan mucho cuidado ahí fuera". Sin ser una pelicula redonda es visible.

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