EL CINE DE LOS AÑOS 70
CONDENADOS A VIVIR (1972)
REPARTO: ROBERT HUNDAR, EMMA COHEN, ALBERTO DALBÉS, ANTONIO IRANZO, MANUEL TEJADA, RICARDO DIAZ, JOSE MANUEL MARTIN, CARLOS ROMERO MARCHENT, RAFAEL HERNANDEZ, EDUARDO CALVO, XAN DAS BOLAS, LORENZO ROBLEDO, EMILIO RODRIGUEZ
DIRECTOR: JOAQUÍN LUIS ROMERO MARCHENT
MÚSICA: CARMELO A. BERNAOLA
PRODUCTORA: FILMS TRIUNFO S.A.
DURACIÓN: 91 min.
PAÍS: ESPAÑA
Si se tuviera que caracterizar este tardío "eurowestern" de Joaquín Luis Romero Marchent utilizando un solo término, ese sería "turbio". El calificativo "turbio" se aplica debido a la atmósfera insalubre que impregna la película, la cual penetra en cada rincón del film y, tras la proyección, deja al espectador inerte en el sofá y con un malestar duradero. Se podría argumentar que se clasifica como un "eurowestern" por su realización en España, la presencia de ciertos actores recurrentes del género y la dirección de un pionero del mismo en nuestro país. Sin embargo, en mi juicio, prácticamente carece de los atributos característicos del eurowestern.
Aunque la trama se desarrolla en América a finales del siglo XIX, esta circunstancia es meramente accesoria. En mi opinión, se asemeja mucho más al fanta-terror que se producía en esta región durante aquellos años (Amando de Ossorio, Paul Naschy, Jess Franco), así como al giallo italiano, que ya había comenzado a provocar pesadillas en Italia desde mediados de los años 60 (Mario Bava, Lucio Fulci, Dario Argento).
Desde una perspectiva visual, tampoco presenta un vínculo significativo con el género que dice representar: a diferencia de los primeros planos extremos, del uso intensivo del zoom y de los amplios planos generales capturados con gran angular, aquí se opta por planos medios y cortos, primeros planos sencillos y algunos planos generales que contribuyen a transmitir la desolación del paisaje. En otras palabras, se emplean tomas relativamente simples que evitan excesos estilísticos y artificios, como si, a través de una narración orgánica y natural, Romero Marchent intentara acercarnos a los protagonistas y permitir que el espectador participe en esa sensación de angustia, de estar atrapado junto a ellos; además, resultan notables algunas elecciones de "narrativa visual" poco comunes en el género, como esos planos suspendidos que se despliegan a lo largo de la película para enfatizar una situación particular, o la fotografía terrosa, con tonalidades rojizas y apagadas que contrarrestan la esperada tonalidad fría de colores vibrantes en el entorno donde se desarrolla la acción. Sin embargo, para ser justos, es importante señalar que posee ciertas particularidades propias del spaghetti western: su deseo de transgredir las fronteras establecidas de la misma manera que lo hicieron Leone y sus contemporáneos, y efectivamente las sobrepasa.
En "Condenados a vivir" se puede encontrar una especie de descendiente ilegítimo de "Oro Maldito" de Giulio Questi y "El Gran Silencio" de Corbucci. De estas obras, adopta esa atmósfera inquietante poblada de personajes perturbados, los estallidos de violencia visceral y, sobre todo, su frialdad hacia el espectador, con esos desenlaces abruptos y secos que no pretenden ser agradables sino que representan una conclusión coherente con la narración que se está desarrollando.
Todo lo anterior se encuentra en "Condenados a vivir", llevado al límite; el entorno resulta aún más opresivo, la violencia es patente no solo de manera gráfica, sino que también permea la imagen, manifestándose como una violencia de tipo psicológico, y esa ausencia de concesiones hacia el espectador se evidencia desde el inicio.
Un western mas que interesante, que tiene un aire de cine de supervivencia y de giallo, para nada parece una pelicula española ni española los cultivadores del llamado spaghetti-western, mas bien tiene el aspecto de un film norteamericano de la época. Recomendable ya que entretiene, tiene suspense, violencia y buenas actuaciones en general.
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