ARNOLD SCHWARZENEGGER CARGA CONTRA DONALD TRUMP EN EL COMIC-CON DE MALAGA.

 ARNOLD SCHWARZENEGGER CARGA CONTRA DONALD TRUMP EN EL COMIC-CON DE MALAGA.

Lo más anticipado de toda la amplia programación de la San Diego Comic-Con de Málaga (SDCCM) era la aparición de Arnold Schwarzenegger, quien protagonizó el evento principal del día final de la convención. Ante la atenta mirada de miles de asistentes, el actor, culturista y exgobernador de California realizó un recorrido por su trayectoria y repitió algunas de las frases icónicas de su carrera, tales como "Volveré" o "Hasta la vista, baby", la cual fue traducida en España como "Sayonara, baby".

El evento, titulado Total Recall: La masterclass de Arnold Schwarzenegger, contó con la asistencia de Antonio Banderas, quien dio la bienvenida al invitado de honor en la primera edición de la San Diego Comic-Con fuera de Estados Unidos y destacó la profunda relación que mantiene con el protagonista de Terminator desde hace varias décadas. Esta amistad se originó con una paella elaborada por el propio actor malagueño y se consolidó tras su colaboración en Los Mercenarios 3.

La conferencia fue presentada por Álex de la Iglesia, una figura habitual en los eventos destacados de la SDCCM. El cineasta español expresó su admiración por Schwarzenegger, que databa desde que visualizó por primera vez Conan el Bárbaro (1982), y quedó sin palabras cuando Arnold le sugirió trabajar juntos en el futuro. Después de ese momento de gran emoción, el director de El día de la bestia (1995) condujo la masterclass con preguntas sobre la vida y el trabajo del intérprete.

Hubo espacio para abordar diversos temas. Se realizó una breve introducción a los primeros años del protagonista de Desafío Total (1990) como culturista, su transición al ámbito de la actuación, su actuación en películas icónicas en la historia del cine como Predator (1987), Terminator (1984) o Mentiras arriesgadas (1994), así como su trayectoria como gobernador de California, puesto que ocupó desde 2003 hasta 2011.

A partir de su experiencia política, Schwarzenegger se permitió hacer una reflexión al concluir la masterclass. El actor abogó por el entendimiento y el avance como sociedad, transmitiendo mensajes como la importancia de "saber que tenemos la responsabilidad de dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos" y que "debemos hacer todo lo posible para construir un planeta más limpio y libre de contaminación".

La semana anterior, Donald Trump afirmó en el funeral del activista conservador Charlie Kirk que odiaba a sus oponentes. Arnold Schwarzenegger aprovechó su presencia en la San Diego Comic-Con de Málaga para ofrecer una perspectiva radicalmente diferente: "Puedes respetar a las personas que piensan de manera distinta a la tuya, no es necesario odiar a nadie". Para el intérprete, ningún partido político ni individuo influyente debería incitar a alguien a ver a otra persona como su enemigo. Sin duda, este es un mensaje muy sabio y conciliador en medio de un entorno político y social marcado por la polarización y el radicalismo en muchos aspectos.

El examen de la vida del actor austriaco durante la masterclass se inició con sus años formativos como culturista. Esta fase fue determinante para su posterior trayectoria en el ámbito de la actuación, aunque a simple vista pueda parecer que ambas disciplinas no tienen una conexión significativa. "El culturismo no se limita únicamente a desarrollar tu cuerpo, también implica el fortalecimiento de tu mente y tu autoconfianza", declaró Schwarzenegger. Un culturista debe persuadir al público y a los jueces de su supremacía en una competencia sin hacer uso de la palabra, sino a través de sus movimientos y su actitud en el escenario. Este enfoque lo trasladó con éxito a su trabajo en la actuación.

Su experiencia como deportista le ha sido de gran utilidad en varios de sus proyectos más importantes, aunque su impacto fue particularmente notable en Terminator. Durante su tiempo como culturista, era necesario que actuara de manera mecánica, dedicarse intensamente al entrenamiento y suprimir la expresión de emociones. El ciborg que interpretó poseía esas mismas cualidades y sorprendió a James Cameron cuando este presenció por primera vez la actuación de Arnold en el primer día de filmación. Cameron aún evoca las palabras que le dirigió: “Has superado con creces lo que había escrito”.

El grado de dedicación y exigencia lo ha sostenido a lo largo de toda su carrera. Para Conan, el bárbaro se sometió a un régimen de entrenamiento durante dos años, donde aprendió a manejar la espada, montar a caballo e incluso estudió Los siete samuráis (1954) a solicitud de John Milius. A lo largo de décadas, ha aplicado la disciplina del culturismo a diversas áreas como "asistir a clases de actuación, acrobacias, oratoria, inglés y técnicas para neutralizar su acento", aunque este último esfuerzo no ha sucedido de manera significativa, ya que el actor austriaco admitió que todavía lo posee.

Schwarzenegger compartió numerosas anécdotas y detalles fascinantes sobre su vida, tales como las ocasiones en que tuvo que repetir escenas de acción, la excelente química que experimentó con Jamie Lee Curtis en Mentiras arriesgadas, así como su pasión por el género del western y cualquier película dirigida por James Cameron. Quizás la más divertida de estas historias sea su rivalidad con Sylvester Stallone y las distintas áreas en las que compitieron durante años.

"Yo mato más en Rambo que tú en Conan, el bárbaro. He acabado con 60 personas en Rambo", dijo Arnold imitando la forma de hablar de Stallone. Posteriormente, Schwarzenegger protagonizó Comando, en el que eliminó a 87 enemigos, y la competencia evolucionó hacia quien empleaba armas más impresionantes: "Quién es capaz de utilizar cuchillos más largos, quién corta más gargantas, quién presenta un porcentaje de grasa corporal más bajo, quién dispone de mayores recursos económicos. . . Esto entusiasmaba al público". Con el paso del tiempo, terminaron por convertirse en amigos y socios en Planet Hollywood, donde rememoraban cómo se inspiraron mutuamente.

Schwarzenegger ha manifestado de manera contundente que no habría alcanzado la prominencia que posee en la actualidad sin el apoyo de quienes han colaborado con él: "No me hice a mí mismo, me moldearon mis directores". Igualmente, ha reconocido la importancia de los actores con los que ha compartido la pantalla grande y del público que lo ha seguido a lo largo de tantos años. Se le considera "un ciudadano del mundo" que ha optado por proyectos que pueden entretener a una audiencia global, en lugar de centrarse únicamente en ciertos países. Los resultados son evidentes, ya que a sus 78 años es una figura internacional venerada y respetada por millones de personas.