LA OBSESION DESCONOCIDA DE JOHNNY DEPP.

 LA OBSESION DESCONOCIDA DE JOHNNY DEPP.

Cuando se menciona a Johnny Depp, las primeras imágenes que surgen son las de personajes excéntricos, maquillajes inusuales y una habilidad casi camaleónica para transformarse en la pantalla. Desde Eduardo Manostijeras hasta el Sombrerero Loco, incluyendo al singular Willy Wonka, este actor estadounidense ha forjado una trayectoria que se sitúa en un equilibrio entre la leyenda y la extravagancia. Sin embargo, es posible que su creación más emblemática siga siendo Jack Sparrow, el pirata que transformó la saga Piratas del Caribe y que lo llevó a alcanzar un estatus icónico en Hollywood.

Lo que muchos ignoran es que una parte del carisma de Sparrow no emergió de los estudios de Disney ni de largas sesiones con guionistas, sino de la obsesión personal de Depp con un comediante británico y su programa de sketches favorito. Una fascinación que no solo lo condujo a realizar el sueño de participar en ese show, sino que también le permitió apropiarse de frases enteras para dotar a su personaje más célebre.

Desde su juventud, el exesposo de Amber Heard se declaró un ferviente admirador de The Fast Show, un programa británico de los años noventa conocido por su ritmo acelerado y personajes extravagantes. En este contexto brillaba Paul Whitehouse, un actor y comediante de talento excepcional que, para Depp, representaba algo más que una mera influencia. Whitehouse ha rememorado en entrevistas que el actor de Hollywood estaba “bastante obsesionado” con la serie.

La dedicación fue tal que en el año 2000, cuando se emitió el episodio especial de despedida del programa (The Last Ever), Depp solicitó ser incluido y apareció en el sketch «Suit You Sir! » como un cliente. Tras esta colaboración, no dudó en describir a Whitehouse como “el mejor actor del mundo” e incluso “el más grande actor de todos los tiempos”.

Ese encuentro dejó una profunda impresión. En Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (2003), Depp decidió incorporar referencias a su show favorito en los diálogos de Sparrow. Una de las citas más memorables —«…and then they made me their chief! » («…y luego me hicieron su jefe»)— proviene, en realidad, de un lema del personaje Rowley Birkin de The Fast Show.

No fue la única referencia. En escenas eliminadas de la película, Sparrow también decía «I’ll get me coat» («Voy a tomar mi abrigo»), que es otra de las frases características del programa. Estos pequeños detalles transformaban al pirata en algo más que un antihéroe: constituía un personaje con la esencia de la comedia británica insertada en un blockbuster de Disney.

Que el actor fetiche del cine fantástico trasladara su fanatismo a su trabajo no sorprende si repasamos su carrera. Siempre ha declarado ser un intérprete caracterizado por sus obsesiones: tomó como modelo a Keith Richards, el guitarrista de los Rolling Stones, para conferirle a Sparrow esa forma de caminar inestable y esa filosofía rockera; se sumergió en la cultura beat para representar a Hunter S. Thompson en Miedo y asco en Las Vegas; y ha establecido colaboraciones casi vitalicias con Tim Burton, su principal cómplice artístico. La relación con Whitehouse, sin embargo, presenta un matiz diferente: no se limita únicamente a la inspiración, sino que constituye un homenaje explícito, al traer al amplio ámbito del cine comercial un fragmento del humor televisivo británico que lo influyó durante su juventud.



Comentarios

  1. Todo el mundo tiene sus manías y obsesiones, por que iba a ser menos Johnny Depp.

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