EL PAPEL QUE PUDO INTERPRETAR ROBERT DE NIRO EN EL CLASICO NAVIDEÑO "SOLO EN CASA".
Antes de convertirse en uno de los rostros más reconocibles de la comedia comercial estadounidense, Robert De Niro ya era una figura consagrada del cine dramático. Su nombre estaba asociado a títulos esenciales como El padrino II, Taxi Driver o Uno de los nuestros, películas que definieron una época y consolidaron su prestigio como actor de enorme intensidad y rigor interpretativo. A comienzos de los años noventa, De Niro era, sencillamente, uno de los intérpretes más solicitados del mundo.
Resulta curioso, por tanto, que uno de los mayores clásicos navideños del cine familiar estuviera a punto de contar con él en su reparto. Cuando Solo en casa entró en fase de desarrollo, el papel del torpe y amenazador ladrón Harry Lyme pasó por varias manos antes de llegar a Joe Pesci. Entre los nombres que declinaron la propuesta se encontraban Jon Lovitz, Danny DeVito, Bob Hoskins y, por supuesto, el propio De Niro. Las razones nunca quedaron del todo claras: se habló de un salario poco atractivo, de problemas de agenda o del temor a quedar excesivamente encasillado en la comedia en un momento clave de su carrera.
Paradójicamente, el tiempo demostraría que ese rechazo no marcó ningún límite real. Años después, De Niro se movería con naturalidad en el terreno de la comedia, primero con títulos de enorme éxito como Los padres de ella y Los padres de él, y más tarde con propuestas como El becario o Mi abuelo es un peligro. Aunque estas películas no alcanzaron el prestigio crítico de obras como Heat o Casino, sí contribuyeron a ampliar su registro y a consolidar una imagen de actor versátil, dispuesto a explorar territorios muy distintos.
Mientras tanto, Solo en casa siguió su propio camino. Sin De Niro, pero con un inspirado Joe Pesci y un joven Macaulay Culkin al frente, la película se convirtió en un fenómeno mundial. Recaudó más de 300 millones de dólares, lideró la taquilla estadounidense durante doce semanas consecutivas y terminó por instalarse en el imaginario colectivo como una cita ineludible de cada Navidad.
A veces, los grandes “no” de una carrera no cambian el rumbo de quien los pronuncia, pero sí ayudan a definir, de forma inesperada, la historia del cine
Ya antes de leer el post ya sospechaba el personaje que le ofrecieron a Robert De Niro en la pelicula, no obstante su sustituto para mi fue lo mejor y de largo de la pelicula.
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