FALLECE EL DIRECTOR NEOZELANDES LEE TAMAHORI A LOS 75 AÑOS.
Warren Lee Tamahori (Wellington, Nueva Zelanda, 17 de junio de 1950-7 de noviembre de 2025)
El nombre de Lee Tamahori ocupa un lugar singular en la historia del cine neozelandés. Visionario, provocador y profundamente arraigado a su herencia maorí, fue un director capaz de transitar entre el realismo más crudo y la espectacularidad de Hollywood sin perder la esencia de su mirada. Nacido el 17 de junio de 1950 en Wellington, Tamahori creció en el suburbio de Tawa, hijo de padre maorí, perteneciente al pueblo Ngāti Porou, y madre de ascendencia británica. Esa dualidad cultural marcaría para siempre su identidad artística.
Antes de tomar una cámara, trabajó como ilustrador y fotógrafo. A finales de los años setenta se incorporó a la industria cinematográfica neozelandesa desde los oficios más humildes: fue operador de sonido, asistente de dirección y, finalmente, realizador de anuncios publicitarios. En 1986 cofundó la productora Flying Fish, con la que alcanzó reconocimiento por su agudo sentido visual y narrativo.
Su salto definitivo llegó en 1994 con “Once Were Warriors”, un drama devastador sobre una familia maorí descompuesta por la violencia y la marginalidad. La película, basada en la novela de Alan Duff, no solo arrasó en taquilla, sino que se convirtió en un símbolo cultural de Nueva Zelanda. Tamahori logró lo que pocos habían conseguido: dar voz al dolor, la dignidad y la resistencia de un pueblo, retratando su realidad sin filtros. Aquel debut le abrió las puertas de la industria internacional.
Tras el impacto de Once Were Warriors, Tamahori dio el salto a Hollywood, donde alternó grandes producciones y thrillers de estudio. Dirigió títulos como Mulholland Falls (1996), The Edge (1997), Along Came a Spider (2001), Die Another Day (2002) —una de las entregas más ambiciosas de la saga Bond—, XXX: State of the Union (2005) o Next (2007), con Nicolas Cage. Aunque su etapa en Estados Unidos lo consolidó como un realizador técnicamente impecable, nunca perdió el vínculo con su origen.
En 2016 regresó a Nueva Zelanda para dirigir “Mahana” (El patriarca), una obra que retomaba los temas esenciales de su filmografía: el linaje, el orgullo y la pertenencia. Aquella vuelta a casa fue también una reafirmación de identidad, una forma de cerrar el círculo narrativo que había iniciado dos décadas atrás.
A lo largo de su carrera, Tamahori combinó la audacia visual con una profunda sensibilidad social. Su estilo directo y su instinto narrativo le permitieron navegar entre dos mundos: el cine de autor que explora la herida y la memoria, y el cine de espectáculo que busca la emoción inmediata.
Falleció el 7 de noviembre de 2025, a los 75 años, en su casa de Wellington, tras una larga lucha contra la enfermedad de Parkinson. Su familia lo describió como “un espíritu indomable, un narrador de su tiempo y un maestro del cine”.
Lee Tamahori deja tras de sí una filmografía marcada por la contradicción y la belleza, por la fuerza de lo ancestral y la tensión del presente. En su obra, el rugido de Once Were Warriors sigue resonando como testamento de una identidad colectiva y de un cineasta que nunca dejó de mirar de frente a su tierra.



Ha hecho muy buenas peliculas como Muere otro día, XXX2 que no estaba mal., La hora de la araña, El desafio y La brigada del sombrero un film con todo el aroma del cine negro clasico. D.E.P. 🙏🙏🙏
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