EN BUSCA DE JOY (2025)

 EL 👀CRITICO

EN BUSCA DE JOY (2025)
REPARTO: SHANNON THORNTON, TOSIN MOROHUNFOLA, BRITTANY S. HALL, ERIC STANTON BETTS, INAYAH, AARON O’CONNELL, NATALIE PACK, JEFFERY THOMAS JOHNSON, WHITNEY GOIN, SANDRA ELLIS LAFFERTY, HUGH B. HOLUB
DIRECTOR: TYLER PERRY
MÚSICA: KRISTEN PERSONIUS
PRODUCTORA: AMAZON MGM STUDIOS
DURACIÓN: 106 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS

En Finding Joy, Tyler Perry se adentra de nuevo en su terreno más reconocible: el de las emociones cotidianas envueltas en un envoltorio amable y luminoso. Pero esta vez lo hace con un tono más sereno, menos dado al exceso, como si quisiera explorar los silencios y los desvíos de una mujer que ha perdido el rumbo sin dramatismos innecesarios. Joy, interpretada con delicadeza por Shannon Thornton, es una diseñadora neoyorquina que vive atrapada entre la rutina y la ambición, entre lo que se espera de ella y lo que realmente desea. Su viaje a las montañas de Colorado, en apariencia un simple paréntesis navideño, acaba convirtiéndose en un proceso íntimo de reconexión y redescubrimiento.


Perry filma esta búsqueda con una mirada cálida, casi terapéutica. La nieve, las luces invernales y el aislamiento funcionan como metáforas transparentes del vacío interior de su protagonista. Frente a ella, Tosin Morohunfola encarna al tipo de personaje que Perry suele utilizar como catalizador emocional: alguien que no llega para salvarla, sino para recordarle quién era antes de perderse. La química entre ambos fluye con naturalidad, aunque el guion, fiel a las convenciones del género, rara vez se atreve a desviarse de su ruta sentimental más segura.

Hay, sin embargo, momentos de verdad en medio del trazo previsible. Cuando Joy habla de su miedo a decepcionar a los demás o cuando la cámara la observa en silencio, al borde de una decisión, Perry logra una intimidad poco frecuente en su cine. Es en esos instantes —más que en los diálogos o en los gestos de reconciliación— donde la película encuentra su pequeña honestidad.

Finding Joy no pretende reinventar nada: es un cuento navideño envuelto en la estética del bienestar y la redención. Pero dentro de su suavidad, deja ver una intención sincera, un deseo de conectar con lo humano sin ironías ni artificios. Quizá no deslumbre ni sacuda, pero sí reconforta, y en el universo de Tyler Perry, eso sigue siendo una forma válida —y a veces necesaria— de fe cinematográfica.



Comentarios

  1. La pelicula tras un arranque normalito pero correcto, llega un punto en que se hace cansina y aburrida, algunos personajes la verdad es que se hacen odiosos, como la amiga graciosilla de la protagonista, los protagonistas no tienen química alguna, aunque ella trabaja bastante bien, siendo lo único salvable de la pelicula que tiene un aire de telefilme de sobremesa de fin de semana. Eso si sirve para dar el pistoletazo de salida a las peliculas navideñas y si todas son como esta mal vamos.

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