SYLVESTER STALLONE DESVELA EL SECRETO DE LA ESCENA MAS FAMOSA DE "ROCKY".
La secuencia más emblemática de Rocky nunca fue parte del guion ni contó con autorizaciones formales. Se originó a partir de la improvisación y del temor ante una posible intervención policial: la famosa carrera de Rocky Balboa por las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia. Esta escena es tan identificable que incluso aquellas personas que no han visto la película son conscientes de su contenido. "¡Graba rápido antes de que llegue la policía! ", recordó Sylvester Stallone entre risas durante una reciente entrevista en el programa televisivo de Jimmy Fallon.La película se estrenó en las salas de cine en 1976, bajo la dirección de John G. Avildsen, quien posteriormente dirigiría Karate Kid. Se trataba de una producción que contaba con un presupuesto extremadamente limitado, de apenas un millón de dólares, que luego acabaría generando más de 225 millones en taquilla. Su narrativa se alineaba perfectamente con la historia personal de Stallone: un actor desafortunado que escribió el guion en un lapso de tres días y decidió protagonizarla, a pesar de que los estudios estaban interesados en adquirir el libreto sin ofrecerle el papel principal. Sylvester lo comentó de manera contundente: "Si vendía el guion y no intervenía en él, me arrojaría de un edificio. No tenía duda de que sería intolerable". Su inspiración provino de un combate real: Muhammad Ali contra Chuck Wepner. Durante breves momentos, el casi desconocido Wepner logró llevar al campeón mundial al límite. Esa chispa fue suficiente para concebir a un boxeador modesto enfrentándose a los titanes del ring con más corazón que habilidad técnica. Así nació Rocky Balboa, y con él, el mito.
El Museo de Arte de Filadelfia, escenario improvisado de esta gloria cinematográfica, es uno de los principales centros culturales de Estados Unidos. Aloja obras maestras de diferentes épocas, que abarcan desde el Renacimiento hasta el arte contemporáneo. Sin embargo, para miles de turistas, lo más reconocido no son sus colecciones, sino los 72 escalones que se encuentran en su fachada, rebautizados como los Rocky Steps. Desde la década de 1980, visitantes de todo el mundo participan en un ritual: correr hacia arriba, alzar los brazos al llegar a la cima y sentirse, por un instante, como el boxeador ficticio.
Es interesante notar que nada de esto fue planeado. Al arribar a Filadelfia, el equipo carecía de fondos y permisos para filmar en la zona. Por lo tanto, de manera poco reflexiva, se bajó del vehículo y declaró: "Empezaremos a filmar, y si aparece la policía, saldremos corriendo". Realizaron varias tomas apresuradamente, incluyendo una primera en la que un hombre de 60 kilos se rindió a mitad de camino y tuvo que regresar al coche. Esa improvisación resultó ser pura magia: el héroe corría, respirando con dificultad, superando el agotamiento hasta llegar a la cima, donde levantaba los brazos en señal de triunfo.
Con el paso del tiempo, esa escena trascendió su papel como un simple momento de entrenamiento. Se transformó en un símbolo de lucha personal, de esperanza y de tenacidad, incluso cuando parece que todo está en contra. Stallone lo resumió en una frase que parece sacada del propio guion: "O ganas tú, o gana la vida".
En la actualidad, las escaleras del museo constituyen un destino indispensable para todos aquellos que visitan Filadelfia. Desde 1982, una escultura de bronce de Rocky Balboa permanece en ese mismo lugar, recordando al público que en ocasiones la grandeza surge de la espontaneidad. Además, se destaca que aun una competencia contra el tiempo, realizada en secreto, puede transformarse en un ícono del cine.
Sin duda es una de las escenas mas icónicas de la historia del cine y ¿Qué seria de esta escena de la no menos icónica musica de Bill Conti?
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