EL ACTOR DE "EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA" QUE ELIGIO ESPAÑA PARA MORIR.
En el ámbito de Indiana Jones se encuentran héroes, antagonistas y reliquias míticas, pero también existen personajes secundarios que cautivaron al público. Uno de estos personajes fue Marcus Brody, quien ocupaba el cargo de director del Museo Arqueológico de la Universidad Marshall en Estados Unidos, interpretado por Denholm Elliott. En comparación con el audaz Harrison Ford, Brody representaba la erudición y la academia, aunque no siempre lograba salir airoso en sus experiencias.En Indiana Jones y la última cruzada se presenta una escena sumamente humorística que involucra a Marcus Brody. Indiana se expresa de él con total confianza, describiéndolo como si se tratara de un espía excepcional: afirma que domina doce idiomas, que está familiarizado con todas las costumbres locales y que tiene la capacidad de integrarse con las personas y desaparecer sin dejar rastro. No obstante, inmediatamente después, la película revela la verdad: Marcus se encuentra en un mercado, desubicado, confundido, sin captar el significado de lo que le dirigen, y, para empeorar la situación, acaba rodeado por los nazis.
Su trayectoria profesional, sin embargo, abarcó una considerable cantidad de proyectos. Participó en más de un centenar de filmes, obtuvo tres premios BAFTA y fue nominado al Oscar por su actuación en Una habitación con vistas en 1985. Elegante y polifacético, formó parte de lo más destacado del cine británico durante la segunda mitad del siglo XX. Pese a su éxito en la pantalla grande, el escenario más significativo de su vida personal no fue un set de filmación, sino una isla bañada por las aguas del Mediterráneo.
Elliott y su esposa, la actriz Susan Robinson, descubrieron Ibiza durante una prolongada luna de miel europea. Lo que inicialmente fue solo una escala más se convirtió en un enamoramiento instantáneo: la isla los sedujo con su luz y serenidad. Poco tiempo después se establecieron en Santa Eulària des Riu, en la parte oriental de la isla, un lugar caracterizado por su mar apacible, casas encaladas y el Puig de Missa que se encontraba a gran altura. Allí residieron durantetres décadas, integrándose en el ritmo tranquilo de un pueblo que empezaba a adentrarse en el turismo.
Aquella era la Ibiza de las décadas de los sesenta y setenta, notablemente diferente a la actualidad. Antes del surgimiento de las grandes discotecas y el turismo masivo, era un refugio bohemio donde coexistían beatniks, hippies, pescadores y artistas de renombre internacional.
No obstante, el matrimonio no fue el típico convencional. Elliott se identificaba como bisexual y su vida personal estuvo marcada por la promiscuidad, un aspecto que su esposa relató con sinceridad en la biografía titulada Denholm Elliott: Quest for Love. A pesar de ello, continuaron unidos, atravesando excesos y complicidades. En 1987, la vida les dio un duro golpe: a Elliott le fue diagnosticada VIH. Durante un tiempo, se trasladaron a Londres para recibir tratamiento, aunque Susan insistió en regresar a Ibiza para que pasara allí sus últimos días.
El 6 de octubre de 1992, a los setenta años, el actor falleció en su hogar de Santa Eulària a causa de una tuberculosis relacionada con el sida. Sus cenizas fueron esparcidas en el terreno de la vivienda que había sido su refugio durante tres décadas. La historia familiar se vio marcada por más tragedias: su hija se suicidó en Ibiza en 2003, y en 2007, Susan falleció en un incendio en su casa en Londres. Antes de su deceso, había fundado el Denholm Elliott Project, una asociación destinada a apoyar a personas con VIH, como un homenaje a la memoria de su esposo.
Inolvidable como Marcus Brody, pero fue un actor que apareció en films de terror de la Amicus, en films ya clásicos de James Ivory como Una habitación con vistas; en fin uno de los grandes actores de reparto de todos los tiempos.
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