BONHOEFFER, EL ESPIA (2024)

EL OJO CRITICO 

BONHOEFFER, EL ESPIA (2024)

REPARTO: JONAS DASSLER, MORTIZ BLEIBTREU, AUGUST DIEHL, DAVID JONSSON, PHILEAS HEYBLOM, NADINE HEIDENREICH, FLULA BORG, LISA CARLINE HOFER, LUISE LANDAU, JAMES FLYNN, MARK WINGETT, SIMON LICHT, GREG KOLPAKCHI
DIRECTOR: TODD KOMARNICKI
MÚSICA: GABRIEL FERREIRA, ANTONIO PINTO
PRODUCTORA: ANGEL STUDIOS
DURACIÓN: 135 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS, IRLANDA, BELGICA
Dietrich Bonhoeffer no fue un santo, sino un individuo que soportó una carga inmensa. La película explora su transformación de pastor pacifista a conspirador en el proyecto para asesinar a Hitler, cuestionándose la noción de si el asesinato puede ser considerado un mal necesario, un cambio moral que se presenta de manera más dinámica que profunda.

La narrativa transita entre sus años juveniles, donde la teología se discutía en espacios sociales, y su adultez en celdas bajo el régimen nazi, donde la fe se transformó en un instrumento de resistencia; sin embargo, el guion, aunque capta la inmediatez de la resistencia, simplifica sus complejidades filosóficas: ¿Era Bonhoeffer un mártir o un pragmático? La respuesta que se ofrece aquí tiende a la naturaleza de un thriller de espionaje aderezado con elementos religiosos.

Todd Komarnicki dirige la película con el evidente propósito de rivalizar con producciones como John Wick, utilizando biblias en lugar de armas, presentando tomas extensas de un Berlín bombardeado y dinámicas de conspiración en salones barrocos que, aunque impactantes, a veces limitan la cercanía del drama. Los flashbacks de Bonhoeffer impartiendo conocimientos o debatiendo con colegas aparecen como destellos de valor en una narrativa que enfatiza el suspense en lugar de la reflexión profunda.


Jonas Dassler, en su interpretación de Bonhoeffer, transmite la intensidad de alguien que porta un secreto, aunque su actuación roza el estereotipo del héroe reservado. August Diehl y Moritz Bleibtreu añaden peso a sus personajes con su presencia contenida, pero sus roles parecen más los de adornos en la conspiración narrada que figuras centrales.

La cinematografía ofrece una representación de un Berlín sombrío y opresivo, donde incluso la luz parece restringida. Las secuencias en la prisión, con sombras que se adhieren a las paredes, poseen una fuerza visual notable. La banda sonora combina coros religiosos con un ritmo de suspenso que, en ocasiones, sugiere la dirección de Hans Zimmer hacia un réquiem. La edición fluye entre escenas de conspiración y sermones, aunque el ritmo comienza a decaer en el tercer acto, donde la teología es ahogada por secuencias de acción convencionales.

La obra se distingue por su ambición épica y su meticulosa producción, aunque presenta fallas en su representación fiel del auténtico Bonhoeffer. El enfoque en la fe y la resistencia tiende a ser convencional, y las tensiones políticas han oscurecido parcialmente su legado.



Comentarios

  1. La ambientación y la historia que relata el film esta bien, pero a mi gusto peca en tener un ritmo demasiado pausado y por otro lado le falta tensión y emoción. La accion transcurre por decirlo de una forma algo contemplativa.

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