EL CINE DE LOS AÑOS 70
SIETE ORQUIDEAS MANCHADAS DE ROJO (1972)
REPARTO: ANTONIO SABATÓ, USCHI GLAS, CLAUDIO GORA, LINDA SINI, ROSSELLA FALK, MARINA MALFATTI, PIER PAOLO CAPPONI, RENATO ROMANO, GABRIELLA GEORGELLI, BRUNO CORAZZARI, ALDO BARBERITO, MARISA MELL
DIRECTOR: UMBERTO LENZI
MÚSICA: RIZ ORTOLANI
PRODUCTORA: RIALTO FILM
DURACIÓN: 92 min.
PAIS: ITALIA, ALEMANIA
El giallo siempre ha tenido un encanto particular: sus seguidores saben que lo más destacado suele encontrarse en la construcción visual y en la atmósfera, más que en la complejidad de la trama. Por ello, cuando uno se sumerge en Siete orquídeas manchadas de rojo, no espera grandes artificios narrativos, sino un relato directo sobre obsesiones, motivaciones turbias y la psicología de personajes al borde del abismo. Y, en este sentido, la película cumple a la perfección: incluso los giros que podrían considerarse innecesarios se integran sin romper la coherencia del conjunto.
Lenzi demuestra una habilidad notable al presentar una galería de personajes inusuales y llenos de matices, cada uno con su propio motivo y capacidad para generar intriga. Esa diversidad permite que la película explore distintas tensiones dentro de su universo rocambolesco, sin que los recursos se estiren más allá de lo necesario. Lo curioso es cómo el director consigue que estos personajes sean más que meros instrumentos de la historia: su interacción y la manera en que se presentan enriquecen la narrativa y aportan dinamismo al relato. Otro aspecto que no pasa desapercibido es la composición visual.
Lenzi crea una atmósfera inquietante jugando con el encuadre, el movimiento de cámara y la relación entre los personajes dentro del espacio, más que con la iluminación o la banda sonora, recursos que en otras películas del género suelen dominar la escena. Además, se pueden notar pequeños guiños a otras obras de la época, como ciertos planos que recuerdan a clásicos del giallo tardío, un detalle que los conocedores del género apreciarán sin interferir en la comprensión del film.
En definitiva, Siete orquídeas manchadas de rojo no pretende reinventar el género, pero sí demostrar que la sencillez bien ejecutada, acompañada de personajes singulares y una puesta en escena sólida, puede ofrecer una experiencia intrigante y visualmente atractiva. Para los amantes del giallo, es una obra que se disfruta tanto por su estilo como por su economía narrativa, recordando que, a veces, menos es más.


Buen giallo que se desarrolla a buen ritmo y que mantiene el suspense hasta el final.
ResponderEliminar