FALLECE EL ACTOR JAPONÉS CARY-HIROYUKI TAGAWA A LOS 75 AÑOS.
Cary-Hiroyuki Tagawa (Tokio, Kantō; 27 de septiembre de 1950-Santa Bárbara, California; 4 de diciembre de 2025)
Cary-Hiroyuki Tagawa nació en Tokio en 1950, hijo de una actriz japonesa y de un militar estadounidense de ascendencia nipona. Ese cruce de mundos marcaría toda su vida. Su infancia transcurrió entre bases militares de Estados Unidos, un ir y venir constante que le enseñó a observar a las personas y a adaptarse a cualquier entorno, habilidades que más tarde trasladaría con naturalidad a la actuación. Finalmente, su familia se estableció en California, donde el joven Tagawa descubrió que el escenario también podía ser un hogar.
Se formó en la University of Southern California y completó un intercambio académico en Japón, pero su verdadera educación estuvo en los tatamis. Aprendió kendo y karate Shotokan bajo maestros legendarios, y siempre consideró las artes marciales no solo una disciplina física, sino un método para entender el cuerpo, la energía y la atención plena. Años después desarrollaría su propio enfoque, Chu Shin, que combinaba técnicas orientales con prácticas occidentales y que él mismo describía como un camino hacia el equilibrio interior.
Su debut cinematográfico llegó casi por azar: Bernardo Bertolucci lo escogió para interpretar a Chang en The Last Emperor (1987). Ese pequeño papel abrió la puerta a una carrera que pronto lo convertiría en uno de los actores asiático-americanos más reconocibles de Hollywood. Su presencia imponente, su voz grave y su elegancia marcial lo llevaron a encarnar a villanos memorables, aunque él siempre repetía que no interpretaba maldad, sino “voluntad”.
El público mundial lo adoptó como el definitivo Shang Tsung en Mortal Kombat (1995), personaje que él mismo ayudó a moldear, tanto en la película como en sus posteriores apariciones en la franquicia. Para muchos fans, sigue siendo la encarnación más poderosa del hechicero: una mezcla irresistible de autoridad, misterio y teatralidad.
Su filmografía es extensa y diversa: thrillers como Rising Sun, superproducciones como Pearl Harbor, universos fantásticos, adaptaciones de manga y videojuegos, y un amplio recorrido televisivo que culminó con su trabajo en The Man in the High Castle. En ese papel encontró una oportunidad para explorar algo poco habitual en su carrera: la fragilidad. Su interpretación del ministro Tagomi —un hombre atormentado por la responsabilidad y la fe— es considerada por muchos como una de las más profundas y matizadas de su trayectoria.
En lo personal, Tagawa llevó una vida discreta. Estuvo casado durante décadas con Sally Tagawa y era un padre dedicado. Quienes lo conocieron hablaban de él como un hombre sereno, con un sentido del humor seco y una generosidad constante en los rodajes. Una anécdota muy repetida cuenta que en Mortal Kombat insistió en enseñar a algunos miembros del reparto a controlar la respiración para evitar mareos durante las intensas jornadas de lucha; “el cuerpo siempre habla antes que tú”, les decía.
Años más tarde, impulsado por su interés en la cultura espiritual rusa, adoptó también la ciudadanía de ese país. Su visión del mundo se había vuelto, con el tiempo, más amplia, más híbrida, más suya.
Su filmografía es extensa y diversa: thrillers como Rising Sun, superproducciones como Pearl Harbor, universos fantásticos, adaptaciones de manga y videojuegos, y un amplio recorrido televisivo que culminó con su trabajo en The Man in the High Castle. En ese papel encontró una oportunidad para explorar algo poco habitual en su carrera: la fragilidad. Su interpretación del ministro Tagomi —un hombre atormentado por la responsabilidad y la fe— es considerada por muchos como una de las más profundas y matizadas de su trayectoria.
Años más tarde, impulsado por su interés en la cultura espiritual rusa, adoptó también la ciudadanía de ese país. Su visión del mundo se había vuelto, con el tiempo, más amplia, más híbrida, más suya.
Cary-Hiroyuki Tagawa falleció en diciembre de 2025, a los 75 años, en California. Su muerte dejó un vacío palpable entre compañeros, aficionados y creadores de varias generaciones. Dejó atrás una carrera marcada por la presencia escénica, la disciplina y una dignidad natural que lo distinguió siempre, incluso en los roles más oscuros.
Su legado perdura en cada personaje que interpretó y en cada espectador que encontró en él algo más que un villano: un actor de fuerza tranquila, un maestro de la mirada y un hombre que supo unir Oriente y Occidente no solo en su vida, sino en su propio cuerpo.




Un actor muy ligado al cine de accion, en su haber tiene titulos como Pearl Harbor, Vampiros de John Carpenter, Mortal Kombat, Sol naciente, El ultimo emperador, Golpe en la pequeña China, 47 Ronin, Nemesis, Elektra, The Phantom,... D.E.P. 🙏🙏🙏
ResponderEliminar