SERES OSCUROS DE LAS NAVIDADES Y EL CINE: PERCHTA: LA GUARDIANA INFERNAL QUE EL CINE AUN SUSURRA
Dentro del imaginario alpino, Perchta —también llamada Berchta o Frau Perchta— aparece como una presencia dual: protectora y punitiva, bella o monstruosa según el comportamiento de quienes la reciben durante las noches más frías del año. En la tradición, supervisa que se respeten los rituales del invierno: las casas ordenadas, los trabajos terminados, las comidas preparadas. Quien cumple, recibe su bendición. Quien no lo hace, enfrenta castigos legendarios, algunos marcadamente grotescos.
El cine, sin embargo, ha tratado a Perchta con una mezcla de distancia y curiosidad. A diferencia del Krampus —convertido en estrella del horror navideño moderno—, ella permanece en los márgenes, como un eco inquietante que diferentes producciones han intentado capturar sin fijar una iconografía definitiva. Este carácter esquivo la convierte en una figura casi espectral dentro del audiovisual.
Su presencia más reconocible en la gran pantalla se sitúa en el terreno del folk horror, donde Perchta sirve como símbolo de un invierno arcaico y ritualista. Películas de atmósfera alpina o centroeuropea han utilizado su mito de forma indirecta: como la mujer blanca que deambula entre bosques helados, la aparición que controla el destino de un pueblo aislado o la entidad que exige un equilibrio ancestral. Aunque no siempre se la nombre claramente, su espíritu impregna títulos que recurren a la idea del invierno como territorio liminal, donde la tradición puede convertirse en amenaza.
Más explícitamente, algunas producciones independientes —sobre todo telefilmes y cintas de terror de bajo presupuesto surgidas en la última década— han recuperado a Perchta como contrafigura femenina del Krampus. Allí aparece como una bruja invernal, una figura cadavérica de rostro velado o una “dama de la nieve” que impone justicia a su modo. No se ha generado aún una película definitiva que capture el alcance de su mito, pero su presencia creciente señala una tendencia: el interés por rescatar figuras femeninas del folclore europeo que conviven entre lo maternal y lo aterrador.
En lo simbólico, el cine la emplea —cuando la convoca— como fuerza reguladora. No encarna el caos, sino el orden ancestral: disciplina, responsabilidad, respeto por el hogar y la comunidad. Es la sombra blanca del invierno, no su demonio. Y quizá por eso sigue siendo tan atractiva para los relatos que buscan reinterpretar la Navidad desde un ángulo más ritual, más ligado a la memoria pagana que a la celebración luminosa.

Interesante personaje, que yo recuerde no he visto ninguna peli con este personaje.
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