SE PREPARA UN REMAKE DE UNO DE LOS CLASICOS DEL CINE DE CIENCIA-FICCION DE LOS AÑOS 50, "LA MUJER AVISPA".

 SE PREPARA UN REMAKE DE UNO DE LOS CLASICOS DEL CINE DE CIENCIA-FICCION DE LOS AÑOS 50, "LA MUJER AVISPA".

El cine de ciencia ficción y terror de los años cincuenta se levantó, en muchos casos, sobre presupuestos mínimos y soluciones artesanales que hoy pueden parecer ingenuas. Maquetas endebles, transparencias evidentes y criaturas imposibles construidas con cartón piedra no impidieron que aquellas películas dejaran una huella profunda en la historia del cine. Muy al contrario: ese imaginario nacido de la precariedad terminó convirtiéndose en terreno fértil para generaciones posteriores de cineastas, que aún hoy regresan a él en busca de ideas, mitos y provocaciones.

No resulta extraño, por tanto, que algunos de esos títulos sigan despertando el interés de la industria décadas después. Tim Burton es uno de los últimos en sumarse a ese viaje de retorno, con la intención de realizar una nueva versión de El ataque de la mujer de 50 pies, la modesta producción en blanco y negro dirigida por Nathan Juran en 1958. La película original, rodada con un presupuesto irrisorio incluso para su época, combinaba melodrama, thriller y pasiones desbordadas, aunque su mayor reclamo —los efectos especiales— provocaba más sonrisas que sobresaltos. Gigantescos fragmentos del cuerpo de su protagonista, recreados con moldes rudimentarios, contrastaban con una atmósfera sonora sorprendentemente eficaz.

Pese a esas limitaciones, o quizá gracias a ellas, el filme se convirtió en una pieza de culto y en uno de los iconos visuales del género, especialmente recordado por su cartel, hoy considerado uno de los más emblemáticos de la ciencia ficción clásica. Burton no estará solo en este rescate del espíritu de los cincuenta. Otro proyecto mira en la misma dirección: el remake de La mujer avispa, el clásico producido por Roger Corman en 1959.

En esta ocasión, el encargado de dirigir será Paul Dinello, conocido por su trabajo en Strangers with Candy, quien además contará con Amy Sedaris como protagonista. La historia original giraba en torno a una empresaria de cosméticos obsesionada con frenar el paso del tiempo. En su desesperación por rejuvenecer y salvar su negocio, se somete a un suero experimental elaborado a partir de enzimas de avispa. Al principio, el tratamiento parece milagroso; después, revela su verdadero precio, transformándola en una criatura monstruosa que necesita sangre humana para sobrevivir.

Bajo su apariencia pulp, La mujer avispa escondía una crítica directa a la tiranía de la belleza y al miedo al envejecimiento, temas que hoy resuenan con una vigencia inquietante y que recuerdan, inevitablemente, a propuestas recientes como La sustancia de Coralie Fargeat. Dinello encontró precisamente ahí el atractivo del proyecto: una historia que, pese a su origen en los años cincuenta, dialoga con obsesiones plenamente contemporáneas. Para él, Amy Sedaris era la elección natural, algo que la actriz aceptó con entusiasmo, seducida tanto por el potencial visual del personaje como por el tono excéntrico de la propuesta.

No es la primera vez que estas historias regresan. El propio Corman ya produjo en los años noventa un remake televisivo de La mujer avispa, y recientemente el cine europeo ha revisitado otro clásico del período con El hombre menguante, reinterpretación francesa de El increíble hombre menguante de Jack Arnold. Ejemplos que confirman que, más allá de sus limitaciones técnicas, el cine fantástico de los cincuenta sigue ofreciendo ideas, metáforas y monstruos que el tiempo no ha conseguido empequeñecer.