EL OJO CRITICO
NAVIDAD EN BALTIMORE (2025)
REPARTO: MICHAEL STRASSNER, LIZ LARSEN, OLIVIA LUCCARDI, ROB PHOENIX, CHRIS STRASSNER, LEWIS PETERSON, JESSIE COHEN, ZOE STRASSNER, BRIAN MENDES, MARY CATHERINE GARRISON, MORGAN DIXON, DREW LIMON
DIRECTOR: JAY DUPLASS
MÚSICA: JORDAN SEIGEL
PRODUCTORA: DUPLASS BROTHERS PRODUCTIONS
DURACIÓN: 101 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
Hay películas que parecen surgir de un gesto sencillo: dos personas que se encuentran por azar y descubren, casi sin pretenderlo, que han abierto una puerta a una intimidad que creían perdida. La obra navideña que dirige Jay Duplass pertenece precisamente a ese linaje. Sin necesidad de abandonar la ciudad, la historia avanza como una road movie emocional donde cada conversación se convierte en un pequeño tramo del viaje interior de sus protagonistas.
Duplass, que también firma el guion junto a Michael Strassner, despliega una mirada cálida hacia la improvisación, el humor cotidiano y las fragilidades humanas. Su estilo, impregnado de ecos del cine independiente de los años setenta, hace que la película respire naturalidad. Nada parece forzado: ni los silencios, ni los tropiezos, ni el lento florecer del romance.
Michael Strassner y Liz Larsen sostienen el corazón de la narración con una química tan espontánea que casi parece captada al vuelo. Él, interpretando a un Cliff tan vulnerable como encantador, se convierte en una de las grandes revelaciones del film. Ella aporta una madurez luminosa que equilibra a la perfección la inocencia de su compañero. Juntos construyen una relación que crece desde los traumas, se fortalece en las dudas y se ilumina en las pequeñas esperanzas compartidas.
La película avanza sin prisa, como si quisiera encajar con mimo cada emoción antes de permitirnos pasar a la siguiente. Lo sentimental nunca se desborda; lo cómico nunca cae en el exceso. Y en ese equilibrio radica su verdadera fuerza: una historia sencilla, pero llevada con tanto tacto que se convierte en una experiencia cercana, casi íntima.
Con una fotografía delicada, una dirección que apuesta por la espontaneidad y un reparto entregado, Duplass nos regala una de esas joyas discretas que aparecen sin ruido y terminan conquistando a quienes buscan un cine más humano. Es, al final, una película que deja una estela de calidez, como ese paseo nocturno en el que vuelves a casa sintiéndote un poco más ligero.


Una pelicula que resulta muy sencilla, pero que no obstante resulta divertida y agradable de ver, y en parte gracias a la química que desprenden los dos protagonistas. Es de hecho la antítesis de las peliculas navideñas con las que nos bombardea Netflix año tras año. Para mi la pelicula navideña del año.
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