KENNETH BRANAGH, EL ACTOR QUE HA SIDO NOMINADO AL OSCAR HASTA EN SIETE OCASIONES.
A lo largo de la historia de los Oscar, hay nombres que parecen escritos con letras de récord. Walt Disney es, sin duda, el más imponente: 26 estatuillas en total —cuatro de ellas honoríficas— y un número de nominaciones que sigue siendo inalcanzable para cualquiera, 59 en total. Ni siquiera John Williams, con sus 54 candidaturas repartidas a lo largo de décadas, ha logrado superar esa cifra. Sin embargo, más allá de acumular premios o nominaciones, existe otro territorio menos evidente en el que algunos cineastas han conseguido ir incluso más lejos que el propio Disney.
Se trata de la capacidad para ser reconocidos por la Academia en categorías distintas, un reflejo directo de una carrera polifacética. Disney fue candidato en cinco apartados diferentes, una cifra que comparte con figuras como Frank Capra, Steven Soderbergh, Warren Beatty, Alfonso Cuarón, los hermanos Coen o Peter Jackson. Todos ellos representan la idea del autor total, capaz de moverse entre distintos roles sin perder identidad.
Pero hay excepciones que rompen ese techo. George Clooney es una de ellas. A lo largo de los años, su nombre ha aparecido en seis categorías distintas, alternando con naturalidad entre la interpretación, la dirección, el guion y la producción. Ha sido nominado como actor protagonista en títulos como Michael Clayton, Up in the Air o Los descendientes; como actor de reparto por Syriana, papel que le dio su primer Oscar; como director y guionista por Buenas noches y buena suerte; como guionista adaptado por Los idus de marzo; y como productor, faceta en la que logró el Oscar a la mejor película gracias a Argo. Un recorrido que dibuja la evolución de una estrella hacia un cineasta completo.
Aun así, el récord absoluto pertenece a una figura todavía más transversal. Kenneth Branagh ha conseguido ser nominado en siete categorías diferentes, una hazaña que lo sitúa en un lugar único dentro de la historia de la Academia. Su versatilidad quedó clara ya en Enrique V, donde fue candidato tanto como actor protagonista como en la categoría de dirección. A partir de ahí, su nombre siguió apareciendo en apartados tan diversos como el de cortometraje de acción real, guion adaptado, actor de reparto o, décadas después, en las categorías principales con Belfast.
Precisamente con esta última película, Branagh cerró el círculo: tres nominaciones simultáneas —película, dirección y guion original— y, finalmente, su primer Oscar, obtenido como guionista. Más que un premio aislado, fue el reconocimiento a una carrera construida desde la multiplicidad de miradas y oficios.
Así, en la historia de los Oscar no solo cuentan los números absolutos, sino también la amplitud del talento. Y en ese terreno, lejos de la acumulación masiva de estatuillas, hay cineastas que han hecho de la diversidad creativa su mayor legado.

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