GRACIA QUEREJETA REGRESA A LA GRAN PANTALLA CON LA COMEDIA "2+2".

 GRACIA QUEREJETA REGRESA A LA GRAN PANTALLA CON LA COMEDIA "2+2".

Tras diecisiete años de convivencia, hay matrimonios que funcionan como relojes suizos… hasta que alguien decide abrir la caja y mirar los engranajes. 2+2 parte precisamente de ahí: de la aparente estabilidad de una pareja que ha aprendido a convivir con la rutina y con discusiones que, lejos de ser silenciosas, suenan como asaltos de boxeo verbal en la intimidad del hogar.

Gracia Querejeta vuelve al cine con una comedia que, bajo su ligereza aparente, observa con atención quirúrgica los mecanismos de las relaciones largas. Adrián y Julieta, interpretados por Diego Martín y Natalia Verbeke, forman un matrimonio ejemplar hacia fuera, pero lleno de fricciones puertas adentro. La irrupción de Tomás y Silvia —Sebastián Martínez y Marta Hazas—, sus amigos más cercanos, actúa como detonante de una confesión inesperada durante una cena: son swingers. Lo que empieza como una anécdota incómoda, incluso absurda, termina convirtiéndose en una tentación que altera el equilibrio emocional de los cuatro.

La película no avanza tanto por los hechos como por las emociones que estos desatan. El deseo se mezcla con los celos, la curiosidad con el miedo, y la diversión con la amenaza de perder lo que parecía seguro. Querejeta plantea así un juego de contrarios: orden frente a caos, rutina frente a vértigo, control frente a abandono. Un baile de yin y yang donde cada personaje se ve obligado a confrontar sus propias contradicciones.

Lejos de juzgar, 2+2 lanza preguntas incómodas al espectador. ¿Basta el amor para sostener una relación en el tiempo? ¿Dónde están los límites que no deberían cruzarse? ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a reinventarnos para no perder a quien tenemos al lado? Las respuestas no son unívocas y, precisamente por eso, la película encuentra su fuerza en los diálogos afilados y en situaciones donde la dignidad se pone en pausa para dejar hablar al deseo.

Rodada durante seis semanas entre Pamplona y Madrid, la producción —a cargo de La Pirueta Films, Sygnatia y La pirueta2mas2 AIE— combina espacios urbanos con escenarios íntimos que refuerzan la cercanía y la tensión entre los personajes. Con la participación de Prime Video, À Punt Media y el apoyo del ICAA, 2+2 se presenta como una comedia que se ríe de las certezas, pero también las cuestiona, dejando al espectador frente a una incómoda pregunta final: ¿qué ocurre cuando la estabilidad empieza a resultar demasiado tranquila?