EL MEJOR (2025)

 EL OJO CRITICO

EL MEJOR (2025)
REPARTO: TYRIQ WHITERS, MARLON WAYANS, JULIA FOX, TIM HEIDECKER, JIM JEFFERIES, CHASE GARLAND, SEAN J. DILLINGHAM, JERMAINE WASHINGTON, TIERRA WHACK KIARA GOMEZ GLAD BAK, YVETTE FAZIO-DELANEY
DIRECTOR: JUSTIN TIPPING
MÚSICA: THE HAXAN CLOAK
PRODUCTORA: UNIVERSAL PICTURES
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
Hay algo profundamente inquietante en la forma en que la crítica contemporánea reparte elogios. Vivimos un tiempo donde casi todo es celebrado, donde la etiqueta de “obra maestra” se aplica con una ligereza que termina por vaciarla de sentido. Hubo una época en la que la unanimidad era excepcional, reservada a películas verdaderamente singulares. Hoy, la aceptación acrítica no solo homogeneiza el discurso, sino que erosiona la credibilidad del propio ejercicio crítico.


En ese contexto llega Him —también titulada El mejor—, presentada en muchos círculos como “otra película de Jordan Peele”. Y ahí comienza el equívoco. Para cierta crítica generalista, Peele es el heredero natural de Wes Craven; una figura intocable a la que conviene no discutir. En lo personal, siempre me ha parecido que su filmografía se ha beneficiado de un clima donde pocos se atreven a señalar lo evidente: que sus propuestas, más allá de su envoltorio discursivo, son narrativamente bastante simples. Déjame salir fue recibida como un hito cuando su esquema era elemental, sostenido más por el contexto ideológico que por una verdadera complejidad cinematográfica.

La paradoja es que Him —muy superior en ambición, riesgo visual e interpretaciones— no lleva su firma como director. La dirige Justin Tipping, y eso basta para que parte de la crítica despache la película con calificativos como “confusa”, mientras Peele queda estratégicamente a salvo como productor. Sin embargo, es precisamente la puesta en escena de Tipping uno de los grandes valores del film: una obra visualmente arriesgada, bella y extrañamente densa, que construye un imaginario donde conviven referencias al presente estadounidense con ecos de un paganismo secular heredado de la Ilustración.

En apariencia, la historia es sencilla: un joven futbolista, educado desde la cuna para ser el mejor, pasa una semana de entrenamientos extremos junto a la mayor estrella de todos los tiempos. Pero quedarse en la lectura deportiva sería no haber entendido nada. Him utiliza el deporte como excusa para reflexionar sobre la competencia como estructura social. Nadie compite porque sí; la lucha ha sido institucionalizada, burocratizada, convertida en un mecanismo funcional al capital.
Los dos protagonistas, separados inicialmente por un abismo de experiencia y estatus, son en realidad reflejos el uno del otro. Dos conciencias moldeadas de forma distinta: uno sabe perfectamente de dónde viene; el otro tiene claro hacia dónde debe ir. El conflicto no es solo físico ni generacional, sino profundamente interno: liberarse del origen o del destino impuesto.

Him no se limita al contexto afroamericano, aunque dialogue con él. Sus ideas son extrapolables a cualquier sistema que glorifique la excelencia mientras administra artificialmente el enfrentamiento. Quizá por eso ha pasado injustamente desapercibida. Y quizá también por eso merece ser reivindicada como una de las sorpresas más incómodas —y estimulantes— del año.



Comentarios

  1. Lo que parecía un drama deportivo sobre el ascenso de una joven estrella del futbol americano se convierte en una inquietante pelicula de terror. La pelicula esta bastante bien, pero también hay que decir que es una pelicula que va de mas a menos a partir de su segunda mitad, aunque el final esta bien realizado. Lastima que no tenga actores de mas fuste.

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