EL CINE DE LOS AÑOS 70.
ALMAS DE METAL (1973)
REPARTO: YUL BRYNNER, RICHARD BENJAMIN, JAMES BROLIN, DICK VAN PATTEN, VICTORIA SHAW, NORMAN BARTOLD, ALAN OPPENHEIMER, LINDA GAYE SCOTT, STEVE FRANKEN, MICHAEL T, MIKLER, TERRY WILSON, MAJEL BARRETT
DIRECTOR: MICHAEL CRICHTON
MÚSICA: FRED KARLIN
PRODUCTORA: METRO GOLDWYN MAYER
DURACIÓN: 89 min.
Antes de que la serie Westworld de 2016 se alzara con alabanzas desmedidas —aunque no sin sus defectos evidentes— conviene recordar la película original de 1973, dirigida y escrita por Michael Crichton bajo seudónimo. Aquella obra combinaba con brillantez distopía futurista y western crepuscular, ofreciendo hora y media de puro entretenimiento sin pretensiones moralizantes.
Crichton, conocedor del gusto popular y enemigo de sutilezas innecesarias, entregó acción directa, tiroteos a cámara lenta y un humor implícito que, lejos de la solemnidad de la serie de HBO, capturaba la esencia de una desacomplejada serie B. James Brolin, en su primerísimo plano de juventud, acompaña a su apocado amigo, interpretado por Richard Benjamin, en un paseo por el bizarro parque temático de Westworld. Allí se encuentra con la auténtica estrella: el pistolero robótico de Yul Brynner, calva legendaria del Hollywood clásico que se convierte en la primera inspiración directa del icónico Terminator de James Cameron. La insistente persecución del villano, su percepción aumentada y su casi invulnerabilidad hacen evidente cómo su personaje sentó cátedra en el cine de ciencia ficción posterior.
Innovadora en muchos sentidos, la película incluyó por primera vez en la historia del cine planos subjetivos que reproducían la visión cibernética del antagonista mediante imágenes generadas por ordenador, un logro técnico que marcó época.
La combinación de acción desatada, ciencia ficción y humor contenida la hace memorable, capaz de divertir y permanecer en la memoria colectiva sin necesidad de enredos morales artificialmente complejos.
En definitiva, el film de 1973 sigue siendo un ejemplo ejemplar de cine de entretenimiento: directo, ingenioso y sorprendentemente influyente, una pieza que recuerda que se puede lograr impacto y diversión sin recurrir a la solemnidad ni al artificio excesivo.
Todo un precedente y seguramente fuente de inspiración de James Cameron con su Terminator. Yul Brynner en cierta forma hace una parodia vestimenta incluida de su gran personaje dentro del western, el de Chris en Los siete magníficos. Buena pelicula con un aire de serie B muy sugestivo.
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