LOS VERDADEROS MOTIVOS POR LOS QUE RICHARD GERE ABANDONA ESPAÑA.

 LOS VERDADEROS MOTIVOS POR LOS QUE RICHARD GERE ABANDONA ESPAÑA.


Durante un año, Richard Gere y Alejandra Silva fueron uno de los matrimonios más observados y admirados de la vida social madrileña. En cada aparición pública irradiaban serenidad, esa mezcla de encanto natural y madurez que solo el tiempo sabe cincelar. Las cámaras los adoraban: él, el eterno galán de Hollywood; ella, la elegante publicista gallega que había conquistado su corazón.

En el otoño de 2024, el matrimonio se instaló en una espléndida casa en La Moraleja, cumpliendo el deseo del actor de corresponder a su esposa por los años en que ella había vivido lejos de los suyos, acompañándolo en Estados Unidos. Gere quería devolverle el gesto: que Alejandra pudiera reencontrarse con su tierra y que sus hijos crecieran cerca de Galicia, en contacto con las raíces, la lengua y las tradiciones españolas.

Sin embargo, hace unas semanas la pareja decidió regresar a Estados Unidos. Las especulaciones no tardaron en multiplicarse —desde supuestas motivaciones políticas, tras las críticas públicas del actor a Donald Trump, hasta insinuaciones fiscales—, pero lo cierto es que la explicación parece mucho más sencilla: la vida profesional de Richard Gere sigue girando en torno a su país. Entre rodajes, compromisos y viajes, el actor pasaba más tiempo en el aire que en casa. Alejandra intentaba acompañarlo, pero cada desplazamiento implicaba separarse de sus hijos: Alexander, de seis años; James, de cinco; y Albert, fruto del matrimonio anterior de ella. A ello se sumaba que Homer, el hijo mayor del actor, reside también en Estados Unidos.

La decisión de volver a Nueva York se tomó a comienzos de septiembre, casi al final del verano. Los niños ya están escolarizados allí y, para la pareja, el día a día resulta más sencillo en un entorno conocido. Aun así, mantienen su residencia madrileña y no planean venderla: La Moraleja seguirá siendo su refugio cuando los compromisos o la nostalgia los devuelvan a España.

El corazón de Alejandra, no obstante, late más cerca del Atlántico. En Oleiros, La Coruña, su familia conserva una casa junto a la playa de Bastiagueiro. Cada verano, los Silva se reúnen allí entre comidas largas, risas y paseos a orillas del mar. Richard Gere ha confesado en más de una ocasión que Galicia le recuerda al noreste estadounidense: costas verdes, cielos caprichosos y esa cadencia tranquila que tanto aprecia. No faltaron rumores sobre la compra de una vivienda en la zona, pero todo quedó en una ilusión de verano.

Su paso por España fue intenso y luminoso. Se dejaron ver tomando chocolate con churros en San Ginés, observando la cabalgata de Reyes desde el hotel Intercontinental, o alargando sobremesas en Áurea, uno de los locales más distinguidos de La Moraleja. Forjaron amistades con figuras tan dispares como Antonio Banderas —quien le entregó a Gere el Goya Internacional en febrero— o Alejandro Sanz, anfitrión de una cena privada en vísperas de la gala.

Alejandra, por su parte, siguió rodeada de su círculo más cercano: Rosauro Varo y Amaia Salamanca, Javier Hidalgo y Sol González, la estilista Cristina Reyes, la maquilladora Beatriz Matallana o la comunicadora Luisa Mata, además de Ariadne Artiles y Alejandra de Rojas, confidentes de tardes tranquilas y compras discretas. En las celebraciones familiares no faltó el toque de Samantha Vallejo-Nágera, responsable del catering de su 42 cumpleaños.

Tras un año viviendo a ritmo madrileño, los Gere-Silva han vuelto a su rutina americana, aunque con una certeza que parece no cambiar: España seguirá siendo su segundo hogar, ese lugar donde el actor encontró una versión distinta de la calma y Alejandra, la certeza de que el amor también puede tener acento gallego.




Comentarios

  1. Es lo mas lógico, ya que su trabajo como había dicho en alguna otra ocasión la tiene en los EEUU y Canadá.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario