EL CINE DE LOS AÑOS 70
LOS SECRETOS DE LA COSA NOSTRA (1972)
REPARTO: CHARLES BRONSON, LINO VENTURA, JILL IRELAND, JOSEPH WISEMAN, WALTER CHIARI, GERALD S. O’LOUGHLIN, AMEDEO NAZZARI, FAUTO TOZZI, PUPELLA MAGGIO, ANGELO INFANTI, GUIDO LEONTINI, MARIA BAXA
DIRECTOR: TERENCE YOUNG
MÚSICA: AMANDO TROVAJOLI, RIZ ORTOLANI
PRODUCTORA: DE LAURENTIS INTERMARCO
DURACIÓN: 125 min.
PAÍS: ITALIA, FRANCIA
Terence Young, más conocido por haber dado forma a los primeros pasos cinematográficos de James Bond, se aventuró en terreno mafioso con Los secretos de la Cosa Nostra. El resultado fue un retrato áspero, desprovisto de glamour, que se estrenó casi a la par que El padrino y quedó inevitablemente a su sombra.
La comparación, aunque injusta, resulta inevitable: donde Coppola elaboraba una sinfonía sobre el poder y la familia, Young optaba por un relato más seco, más literal, apegado al testimonio real de un delator que conoció el crimen desde dentro. Ese delator no es otro que Joe Valachi, mafioso convertido en informante cuya confesión pública hizo tambalear los cimientos de la mafia neoyorquina. Charles Bronson lo encarna con su habitual dureza, transitando por distintas etapas de su vida mientras la película resume tres décadas de actividad delictiva, traiciones y ajustes de cuentas. Young y su guionista no se conforman con reconstruir los hechos: se detienen en los rituales, el lenguaje y los códigos de honor de la organización. Lo que emerge es un universo en descomposición, un ecosistema de tipos cínicos y vulgares, incapaces de mantener fidelidad más allá del interés personal. El supuesto “honor” de la Cosa Nostra se revela como una fachada que se desmorona ante la codicia y la paranoia.
La historia arranca cuando Valachi, acorralado y con precio sobre su cabeza, decide colaborar con la policía. En prisión comprende que su única salida es hablar: lo hace no por arrepentimiento moral, sino por instinto de supervivencia. En ese intercambio —seguridad a cambio de información— se cifra todo el sentido del filme: la traición como única forma de salvación. Sin embargo, lo que la cinta gana en autenticidad lo pierde en aliento cinematográfico. A diferencia de la estilización de Coppola, Young rueda con una sobriedad casi televisiva.
El presupuesto limitado se deja sentir en decorados, vestuario y música, y el guion, aunque minucioso en detalles, no siempre logra dar forma a un relato con ritmo y profundidad emocional. Los secretos de la Cosa Nostra interesa por lo que revela, no tanto por cómo lo revela. Y quizá ahí resida, paradójicamente, su mayor virtud: su negativa a embellecer la fealdad del crimen.


Buena pelicula que nos hace una aproximación muy interesante a la Cosa Nostra. Narrada con brío cuenta igualmente con dos buenas intepretaciones tanto de Charles Bronson como de Lino Ventura. No esta a la altura de El padrino, pero es una mas que estimable pelicula.
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