JAMES CAMERON Y ROBERT RODRIGUEZ SE COMPROMETEN A REALIZAR AL MENOS UNA ENTREGA MAS DE "ALITA: ANGEL DE COMBATE".
JAMES CAMERON Y ROBERT RODRIGUEZ SE COMPROMETEN A REALIZAR AL MENOS UNA ENTREGA MAS DE "ALITA: ANGEL DE COMBATE".
La hoja de ruta creativa de James Cameron vuelve a desplegarse con la complejidad de un tablero estratégico. Mientras Avatar: Fuego y ceniza aguarda su estreno inminente —sus entradas acaban de ponerse a la venta—, el cineasta ha vuelto a hablar de un proyecto que nunca ha terminado de alejarse del horizonte: la continuación de Alita: Ángel de combate. Esta película, estrenada en 2019 y protagonizada por Rosa Salazar, nació como el primer capítulo de una saga que, desde su debut, convive con el rumor constante de una secuela.
Curiosamente, el origen de Alita como posible franquicia se remonta a los años en que Cameron trabajaba en la primera Avatar. Durante largo tiempo intentó hallar un hueco para llevar adelante la adaptación del manga de Yukito Kishiro, pero el rumbo de Pandora terminó relegando el proyecto. No fue hasta 2015 cuando decidió apartarse del timón y confiar la dirección a Robert Rodriguez, un gesto que el propio Cameron reconoce como excepcional en su carrera.
Los caminos de ambos directores, sin embargo, vuelven a cruzarse. En declaraciones a Empire, Cameron ha confirmado que él y Rodriguez han acordado hacer “al menos” una nueva película, con la posibilidad de enlazar incluso una tercera. La cercanía geográfica —Cameron posee ahora una casa en Austin, a apenas cinco kilómetros de la de Rodriguez— parece haber reforzado ese compromiso, que retomarán con mayor firmeza una vez el director concluya su periplo promocional en Pandora.
Ese futuro inmediato, sin embargo, depende en gran medida del rendimiento de Avatar: Fuego y ceniza. Aunque Avatar 4 y Avatar 5 cuentan ya con guion y fecha tentativa para diciembre de 2029 y 2031, su producción continúa sin estar asegurada. Cameron ha sido claro: rodarlas requerirá un presupuesto gigantesco y un rodaje simultáneo, condiciones que sólo se cumplirán si la nueva entrega obtiene el éxito que se espera de ella. Y ni siquiera entonces está confirmado que él mismo vaya a dirigirlas; el cineasta ha insinuado que podría ceder el puesto, del mismo modo que hizo con Alita.
Antes de regresar de manera definitiva a Pandora, Cameron desea concretar dos proyectos largamente anhelados. El primero es la adaptación de El último tren de Hiroshima y Ghosts of Hiroshima, dos obras de Charles Pellegrino que recogen testimonios de los supervivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Su motivación tiene raíces personales: en 2009 conoció a Tsutomu Yamaguchi, el único superviviente reconocido de ambos ataques. Según contó a Deadline en 2024, aquel encuentro, producido pocos días antes de la muerte de Yamaguchi, lo dejó con la sensación de haber recibido un legado que no puede ignorar.
El segundo proyecto, Los diablos, surge de la novela homónima de Joe Abercrombie, publicada en Estados Unidos en mayo de 2024. Apenas un mes después de su lanzamiento, Cameron anunció que había adquirido los derechos a través de Lightstorm Entertainment. Aunque su intención inicial es escribir y producir la película junto al autor, no se descarta que termine dirigiéndola dependiendo del destino de las próximas entregas de Avatar.
En medio de esta compleja arquitectura de proyectos, una cosa queda clara: Alita no ha sido olvidada. El compromiso renovado de Cameron y Rodriguez vuelve a avivar una esperanza que lleva años en pausa, y que ahora, por primera vez en mucho tiempo, parece avanzar con un paso firme —aunque condicionado por el coloso azul que domina la agenda del cineasta—.

La primera entrega no es que fuera una mala pelicula, pero tampoco una joya.
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