EL ENCANTO DEL CHAMPAN (2025)

 EL 👀 CRITICO

EL ENCANTO DEL CHAMPAN (2025)
REPARTO: MINKA KELLY, TOM WOZNICZKA, SEAN AMSING, ASTRID WHETTNALL, THIBAULT DE MONTALEMBERT, FLULA BORG, XAVIER SAMUEL, JOEL CUDENNEC, MAEVE COURTIER-LILLEY, MITCHELL MULEN, SOPHIA YAMNA, FLORAN ROYER
DIRECTOR: MARK STEVEN JOHNSON
MÚSICA: RYAN SHORE
PRODUCTORA: FULLDAWA FILMS
DURACIÓN: 99 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
La película es una comedia romántica navideña que apuesta por la ligereza y el romanticismo tradicional. La protagonista, Sydney Price, es una ejecutiva ambiciosa que viaja a Francia para cerrar un importante negocio: la compra de una prestigiosa casa de champán. Pero sus planes se complican cuando conoce a Henri Cassell, un encantador heredero, y descubre que es ni más ni menos que el hijo del fundador del viñedo que ella quiere comprar. Ese descubrimiento no solo enturbia sus negociaciones profesionales, sino que despierta en ella un conflicto emocional: ¿debe priorizar su carrera o los sentimientos que van surgiendo?

Visualmente, la película brilla. Las escenas en la región de Champaña, los viñedos helados, las calles navideñas de París… todo está diseñado para evocar el encanto de la temporada festiva con una estética muy cuidada. El frío invernal no es solo decorativo, sino que se siente real, reforzando el ambiente íntimo y mágico de la historia.


En cuanto al guion, no pretende reinventar el género: abraza con voluntad todos los tropos clásicos del romanticismo navideño corporativo. Hay tensión profesional, negociaciones, enfrentamientos de valores (como la responsabilidad familiar frente al mundo empresarial) y una competencia sideral para hacerse con el Château Cassell. A esto se añade un reparto variado y colorido, con personajes secundarios que aportan humor y excentricidad sin robar demasiado protagonismo a la pareja principal.

Sin embargo, el filme también tiene sus debilidades. La crítica ha señalado que puede resultar bastante predecible y superficial: los giros emocionales son previsibles y los conflictos no van mucho más allá del “amor vs trabajo”. Las actuaciones, aunque correctas, no destacan por una profundidad especial: los personajes tienen un encanto amable, pero tampoco generan una tensión dramática intensa. Además, algunos chistes o situaciones románticas pueden sentirse forzados o demasiado funcionales para el género.

Un punto a favor es el equilibrio entre lo empresarial y lo emocional: la trama no es solo un cuento de amor, sino también una reflexión ligera sobre la ambición profesional, la herencia familiar y el valor sentimental de las cosas. La película invita a pensar, aunque sin pesadez: todo se desarrolla con suavidad, sin grandes crisis existenciales, pero sí con el suficiente pulso para mantener al espectador invertido.

En definitiva, El encanto del champán es una película para dejarse llevar. No es una gran obra maestra, pero tampoco pretende serlo: su fuerza reside en ofrecer un escape romántico, elegante y visualmente agradable. Es ideal para quienes buscan una historia reconfortante en Navidad, con un toque de glamour, conversación de viñedos y una melodía emocional que se disfruta sorbo a sorbo.



Comentarios

  1. La típica pelicula navideña de usar y tirar con un aire de telefilme romanticón pero donde no existe química entre los dos protagonistas. Lo mejor Minka Kelly y la fotografía elegante del film. Por cierto, tenemos igualmente al típico perro roba escenas.

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