DIANE KEATON LEGA SU FORTUNA A SU PERRO REGGIE.

 DIANE KEATON LEGA SU FORTUNA A SU PERRO REGGIE.

Reggie, un Golden Retriever de pelaje dorado y mirada tranquila, se ha convertido, sin proponérselo, en el heredero más singular de Hollywood. La decisión de Diane Keaton de dejarle cinco millones de dólares en su testamento parece un gesto excéntrico, pero en realidad encierra todo lo que definió a la actriz: ternura, humor y una compasión profunda hacia los seres que amaba. “Quería que Reggie viviera con la misma dignidad y humor que ella”, comentan quienes la conocían bien.

La actriz, fallecida el pasado 11 de octubre a los 79 años, fue siempre más amiga de sus afectos que del star system. A lo largo de su carrera —desde El padrino hasta Annie Hall o Crímenes del corazón— Keaton cultivó una imagen de independencia y un sentido del humor tan particular como entrañable. En su círculo más íntimo solía bromear con sus prioridades: “Mis grandes amores son mis hijos, Al Pacino, la arquitectura y mi perro”.

Por eso, cuando llegó el momento de dejar las cosas en orden, no sorprende que pensara también en Reggie. Según reveló AOL, los hijos de la actriz no fueron los únicos beneficiarios de una fortuna estimada en unos cien millones de dólares. Parte de esa herencia quedó reservada para garantizar que el perro viviera sin privaciones, y que, además, una porción de esos fondos se destinara a donaciones para protectoras de animales.

“Reggie era su mundo”, aseguran sus amigos. Durante los últimos años, él fue su compañero más fiel, su presencia constante. Y en esa decisión final —a medio camino entre la excentricidad y la ternura— Keaton volvió a ser exactamente quien siempre fue: una mujer que, incluso al despedirse, supo mezclar el amor y la elegancia con una sonrisa.