DIÁLOGOS DE CINE: El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009)

 DIÁLOGOS DE CINE

El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009)
Una de las cintas argentinas más aclamadas en la historia, en la que Ricardo Darín resplandece nuevamente con intensidad. La obra presenta varias secuencias memorables, desde su cautivador inicio hasta el sorprendente desenlace, no obstante, sin duda alguna, la secuencia de "la pasión" es la que permanece en la memoria colectiva.
-Acá le traje al amigo del que le había hablado: Espósito. El Escribano Andretta, Escribano en serio, mi asesor técnico.
-Ahí le doy una tarjeta.
-Vamos con la primera carta de nuestro querido amigo Gómez. «Te juro que con lo que llovió quedé peor que Oleniak la vez aquella». Escribano, por favor: Juan Carlos Oleniak, debutó en Racing en el año 60... En el 62 pasó a Argentino Juniors, en el 63 volvió a Racing. En un clásico con San Lorenzo le dieron un empujón y lo metieron de cabeza en el foso. Salió todo empapado.
-Ah, es una cosa seria. Acá lo llamamos Platón porque vive de La Academia. «Yo te voy a traer vieja, y vamos a ser flor de yunta... No es lo mismo Anido que Anido con Mesías»... Doctor:
-Anido y Mesías, backs del Racing Campeón del '61... Negri al arco, Anido y Mesías, Blanco, Piani y Sachi, Corbata, Pisutti, Mansilla, Sosa y Belén.
-«Quédate tranquila vieja, en eso soy como Manfredini y no como Babastro». Escribano: Pedro Valdemar Manfredini... Se lo compraron a los mendocinos por 2 pesos y resultó ser un jugador extraordinario para su época... ¡Increíble! Julio Babastro, puntero derecho jugó sólo dos partidos entre el 62 y el 63 sin abrir el escor.
-Cito: «Yo no quiero terminar como Sánchez». ¿A qué se refiere «como Sánchez», Doctor?
-No, seguramente se está refiriendo al guardameta Ataulfo Sánchez, eterno suplente del gran Negri... Jugó solamente 17 partidos entre el 57 y el 61.
-Escribano, ¿qué es Racing para usted?
-Bueno, una pasión, querido.
-¿Aunque hace nueve años que no sale campeón?
-Una pasión es una pasión.
-¿Te das cuenta Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios... Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín: No puede cambiar... de pasión.




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