EL OJO CRITICO
DETRÁS DE LA PARED (2024)
REPARTO: DAFFY ARELLANO, MARKANTHONY BACA, DONNY BOAZ, COLE CRUM, CASSI COLVIN, LAURA TAYLOR CRUM, ALEENA HERITAGE, McKENNA SMITH, NATALIA SANTACOLOMA
DIRECTOR: MICHAEL CRUM
PRODUCTORA: UNCORK’D ENTERTAINMENT
DURACIÓN: 90 min.
PAÍS: ESTADOS UNIDOS
En el cine de terror, pocas cosas resultan tan difíciles como encontrar el punto exacto entre la inocencia infantil y el miedo adulto. Gerald Crum lo consigue con The People in the Walls, un relato que hunde sus raíces en los terrores domésticos más profundos y que, bajo su aparente sencillez, esconde una narración de notable densidad psicológica. Desde su primera escena —un juguete que desaparece arrastrado por la oscuridad—, la película se adentra en esa región ambigua donde lo cotidiano se vuelve siniestro.
La película, dividida en capítulos, parece reclamar su parentesco con las viejas antologías de miedo o con los libros de Pesadillas, aunque aquí los sobresaltos y la crudeza de las imágenes alcanzan una intensidad mucho mayor. Esa estructura fragmentada, quizá herencia de un proyecto pensado inicialmente como serie, le otorga una atmósfera de cuento perturbador, donde cada episodio ahonda un poco más en los límites del hogar y del miedo.
En el centro de todo está Rachel, interpretada con convicción por Mckenna Smith. Su trabajo brilla especialmente en los enfrentamientos con sus padres —Cassi Colvin y Danny Boaz—, un matrimonio roto que carga con su propio pasado y contribuye a hacer del entorno familiar un espacio de amenaza. En cambio, las escenas con los demás niños, aunque correctas, no alcanzan la misma naturalidad, quizá por unos diálogos que se sienten algo rígidos. Sin embargo, la complicidad entre Rachel y sus dos amigos, Nancy (Natalia Santacoloma) y Chris (Cole Crum), introduce un aire de ternura que contrasta con la negrura general del relato.
El último tercio de The People in the Walls lleva el horror a su punto culminante: la tensión se condensa hasta el extremo y el desenlace, de una eficacia escalofriante, deja una huella duradera. Con esta película, la familia Crum demuestra no solo su afición por el género, sino una comprensión profunda de lo que significa el miedo: no el que viene de fuera, sino el que habita —silencioso— dentro de las paredes.


Es una de esas peliculas de terror baratitas que en un principio prometen, pero que al final queda como una cosa que da la impresión que ha sido rodada por un grupo de amiguetes durante un fin de semana. El film es claustrofóbico y las criaturas que aparecen en la peli están muy mal hechas, es como si hubieran hecho unas mascaras a golpe de papeles de periódico unidos por cola y dándoles una capa de pintura. Lo mas destacable y considero que esta logrado es el mundo que hay detrás de las paredes, no es que tengan nada especial, pero la fotografía oscura casi gótica le da buen ambiente.
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