EL TORMENTOSO PASADO DE CARMEN MAURA.
El pasado 15 de septiembre, Carmen Maura celebró su 80 aniversario. Lo conmemoró de la manera que mejor sabe: a través del trabajo y el éxito. Su más reciente producción cinematográfica, Calle Málaga, ha destacado en los festivales de Venecia y Toronto, recibiendo críticas sumamente positivas y posicionándose como la candidatura de Marruecos para los premios Oscar.Esto no es más que la reafirmación de algo que hemos conocido desde hace tiempo: estamos ante una de las más grandes actrices del cine español. Con cuatro premios Goya—siendo la mujer con más galardones junto a Verónica Forqué—y obras como Mujeres al borde de un ataque de nervios, La ley del deseo, La comunidad y Volver, su legado es innegable. Sin embargo, detrás de la fama y los aplausos, se oculta una vida personal caracterizada por el dolor, la soledad y la lucha constante. Si bien en la pantalla ha sido un ícono, en su vida privada ha experimentado episodios de verdadero drama.
Todo dio inicio en 1966, cuando, con tan solo 21 años, se unió en matrimonio con el abogado mallorquín Francisco Forteza Pujol. Con él, tuvo dos hijos: María del Carmen, quien hoy se desempeña como productora cinematográfica, y Pablo, un músico reconocido principalmente por su talento en el jazz. Su vida parecía destinada a ser convencional, pero un simple anuncio en la prensa—“Se buscan semiprofesionales para un grupo de teatro en el Ateneo de Madrid”—transformó su destino. Carmen decidió presentarse y quedó fascinada por el teatro. En lugar de apoyarla, su esposo intentó disuadirla mediante comentarios desalentadores que ella misma recordó en el documental ¡Ay, Carmen! : “Eres muy vieja para empezar ahora, no te va a ayudar nadie, acabarás loca, tirándote delante de un camión”.
La relación marital se convirtió en un auténtico infierno y, en 1970, Maura se atrevió a tomar el arriesgado paso de solicitar el divorcio. No obstante, esta decisión tuvo un costo muy elevado. Forteza, quien poseía influyentes conexiones en el ámbito judicial, logró arrebatarle la custodia de sus hijos. Los jueces de aquella época determinaron que ser actriz no era “una profesión respetable” para la crianza de unos niños, y el abogado se los llevó a Canarias. Durante ese periodo, Carmen atravesó uno de los episodios más traumáticos de su existencia. “Sufrí enormemente cuando me los quitaron. Eran míos y los quería con fervor. Pero me dije: ‘¿O te mueres o qué? ’”, recordaría posteriormente.
Veía ocasionalmente a su hijo, pero pasó más de diez años sin contacto con su hija. Para confrontar el vacío, encontró refugio en su labor profesional. “Lo que sucedía con los jueces era tan surrealista que hasta el rodaje de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón me parecía completamente normal”, confesaba. Finalmente, cuando su hija cumplió 17 años, un día se presentó en el teatro donde ella actuaba para escuchar su versión y comenzar a restablecer la relación.
Como si eso no hubiera sido suficiente, la actriz experimentó un episodio aún más atroz: una violación perpetrada por un presunto admirador. Un individuo del ámbito militar se presentó en su domicilio, la atacó hasta dejarla sin conciencia y, al recobrarla, la amenazó con una pistola. Lo más devastador para ella no fue la agresión en sí, sino el proceso subsiguiente: la desconfianza por parte de la Policía, el juicio, un fiscal hostil y el agresor lanzándole gestos de desprecio durante la audiencia. "El proceso fue peor que la violación", afirmó.
Sin embargo, el destino aún le reservaba otro golpe. Tras aquella primera experiencia dolorosa en el ámbito amoroso, Carmen entabló una larga relación con el contable Antonio Moreno Rubio, quien parecía brindarle la estabilidad que había perdido. Permanecieron juntos por más de diez años, hasta que él falleció en 1995.
En ese momento, Maura se percató de la cruda realidad: él la había dejado en una situación de ruina absoluta, con deudas que ascendían a dos millones y medio de euros, propiedades hipotecadas y bienes embargados. "Uno me quitó a los niños y el otro todo el dinero", resumió con amarga ironía. Durante casi dos décadas, trabajó arduamente para liquidar esas deudas. En resumen, reconoce que no tuvo fortuna en el amor y que su vida personal estuvo marcada por adversidades sumamente severas. En la actualidad, tiene plena claridad: es preferible estar sola que mal acompañada.
Como actriz yo básicamente la recuerdo como chica Almodóvar, fuera de ahí creo recordar que presentaba un programa de televisión antes de su éxito como actriz con el cine de Almodóvar. En lo personal, ... tela marinera lo que ha tenido que vivir.
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