EL PÁNICO DE SEAN BEAN MIENTRAS RODABA “EL SEÑOR DE LOS ANILLOS”.

 EL PÁNICO DE SEAN BEAN MIENTRAS RODABA “EL SEÑOR DE LOS ANILLOS”.

Si has contemplado la filmografía completa de Sean Bean, habrás presenciado su fallecimiento en veinticuatro ocasiones. Es decir, en una de cada cuatro películas o series, Sean Bean no alcanza a ver los títulos de crédito. Esperemos que no resulte ser un spoiler, a estas alturas, mencionar que El señor de los anillos: La comunidad del anillo se incluye en ese porcentaje desafortunado. Esta película, no constituye uno de los primeros trabajos de Sean Bean quien había estado actuando desde los años ochenta, pero sí representa uno de sus proyectos más reconocidos.

La comunidad del anillo estableció una conexión propia una vez que las cámaras dejaban de grabar, culminando en un tatuaje colectivo que serviría como un recuerdo de este fenómeno cultural conocido como El señor de los anillos. No obstante, hubo un momento en el que Sean Bean deseaba abandonar la película de manera definitiva, y no pudo hacerlo por una razón fundamental: se encontraba a cientos de metros de altura.

Los aficionados de El señor de los anillos sueñan con realizar una peregrinación cinematográfica hacia Nueva Zelanda con el propósito de visitar los lugares sagrados donde se filmó la trilogía. Para Sean Bean, el lugar más aterrador de todos no estaba situado en el parque nacional de Tongariro, donde se encuentran los dos volcanes que representaron eventualmente el Monte del destino, ni en el parque de los lagos de Mavora, donde Boromir pierde la vida.

Para Sean Bean, quien experimenta un profundo temor a las alturas, lo más desafiante fue sobrevolar en helicóptero The Remarkables, la cordillera montañosa que debían atravesar para arribar a Queenstown, donde se ubicaron diversas localizaciones para La comunidad del anillo.

En un programa televisivo, Sean Bean relató que el pánico lo invadió durante su primer viaje en helicóptero, algo que Orlando Bloom también ha recordado en otra ocasión, al mencionar que Sean Bean no respondía a preguntas y se limitaba a apretar el puño hasta casi causar daño en su mano.

Al aterrizar, Sean Bean rompió su silencio con lo que todos interpretaron como una broma: desde entonces, en vez de realizar el trayecto en helicóptero, saldría dos horas antes y escalaría por su cuenta la montaña para llegar al punto de aterrizaje del equipo. La expresión de Bean les convenció de que hablaba en serio. Peter Jackson aceptó y, como narró Orlando Bloom, en los días siguientes, mientras el helicóptero sobrevolaba The Remarkables, sus tripulantes podían observar un pequeño punto negro ascendiendo por la pared de roca: era Boromir.



Comentarios

  1. Pues ese miedo a las alturas lo comparto, aunque hay veces que no puedo dar un paso y otras veces no me afecta; imagino que es todo cuestión de como uno tenga la mente en ese momento.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario