¿QUÉ FUE DE LIBERTO RABAL, EL PROMETEDOR NIETO DE FRANCISCO RABAL?

 ¿QUÉ FUE DE LIBERTO RABAL, EL PROMETEDOR NIETO DE FRANCISCO RABAL?

A la edad de nueve años, había trabajado bajo la dirección de Mario Camus en Los santos inocentes. Esta película llevaría a que la actuación de su abuelo fuera reconocida, junto con la de Alfredo Landa, como la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes. Esto se debe a que Liberto, como su apellido insoslayable indica, es nieto de Paco Rabal, una de las figuras más icónicas del cine español.

Su álbum familiar representa la historia audiovisual de este país: Liberto Rabal es también nieto de la actriz Asunción Balaguer, hijo del director Benito Rabal y sobrino de la presentadora Teresa Rabal. Además, Liberto Rabal tiene, por línea materna, un vínculo con la escritora Carmen Laforet (su abuela).

Los primeros años de Liberto frente a una cámara constituyeron todo lo que esta genealogía pudo brindarle. Como actor infantil, Liberto trabajó con directores de gran renombre como José Luis Cuerda y, ya alcanzada la mayoría de edad, con Pedro Almodóvar. ¿Cuál ha sido su trayectoria?

En la carrera de cada actor, existe un momento crucial. Un instante en que la posibilidad del futuro puede suspendersi caer en su lado o llevarlo al triunfo. Para Liberto Rabal, este momento se materializó en Carne trémula. Inicialmente, Pedro Almodóvar había considerado a Jorge Sanz para el papel, pero la falta de conexión entre ambos llevó a la decisión de reemplazarlo por Liberto Rabal. Para ese entonces, el nieto de Paco Rabal ya contaba con una nominación al Goya como mejor actor revelación por Tranvía a la Malvarrosa, y poseía, sobre todo, un apellido significativo.

Ni la crítica ni el público valoraron positivamente la actuación de Liberto Rabal. Pedro Almodóvar, quien normalmente colabora con un número limitado de actores, nunca volvió a trabajar con Liberto Rabal, quien quedó expuesto tras Carne trémula. Las expectativas de que surgiera un segundo Paco Rabal se disiparon. Todo lo que perduraba era Liberto.

Su participación en Carne trémula ilustra, irónicamente, su perfil de IMDb: en lugar de la típica fotografía del actor, Liberto Rabal comparte un fotograma con Javier Bardem, quien lo observa, beatíficamente, desde una posición elevada. Bardem sería nominado al Goya por Carne trémula y, four años más tarde, al Oscar por Antes de que anochezca. Para cuando esto ocurrió, Liberto Rabal se encontraba involucrado en quizás el proyecto más memorable de su etapa reciente: Arrayán.

Además, interpretó a Miguel Hernández en una miniserie y realizó giras teatrales en España junto a su abuela, Asunción Balaguer. Después de Carne trémula, Liberto Rabal se vio obligado a reiniciar una carrera que nunca lograría despegar. En 2004, trató de seguir los pasos de su padre, el cineasta Benito Rabal, y dirigió su primer film, Síndrome. A partir de ese momento, su trayectoria se vuelve incierta.
En el año 2005, Liberto Rabal participó en el programa Salsa Rosa. Su participación no tenía el propósito de promocionar ningún filme, serie o producción teatral. En cambio, Liberto deseaba comunicar que el nieto de Paco Rabal se encontraba al borde de la indigencia. Según sus declaraciones, apenas contaba con unos pocos euros para subsistir durante el día. Ya no era contratado en ningún lugar y se encontraba sin hogar. Años más tarde, declararía que la industria lo había tratado de manera desfavorable, y no comprendía la razón de ello.

Gradualmente, el curso de su vida comenzó a recuperarse. Las inalcanzables expectativas iniciales se entrelazaron con el aterrador futuro asociado a la pobreza, lo que definió su promedio estadístico. Liberto Rabal regresó a los escenarios y, en el año 2018, incluso dirigió una película que contaba con la participación de su pareja, Adriana Davidova, y su hijo, Daniel Rabal. Asimismo, ha llevado a cabo otras actividades laborales fuera del ámbito de la actuación: durante un período, los clientes del Ikea ubicado en la calle Serrano de Madrid pudieron recibir atención del hombre a quien Vanity Fair, en su momento, denominó “el nuevo Antonio Banderas. ”