ARNOLD SCHWARZENEGGER Y SU PASADO COMO ALBAÑIL.
A sus, a la edad de 78 años, sus músculos aún parecen de acero. Su figura física, que lo convirtió en un emblema del cine de acción en Hollywood, se mantiene inalterada. Arnold Schwarzenegger ha acumulado fama y riqueza en proporciones equivalentes (su fortuna se eleva a mil millones de dólares), pero ha sido contratado como la imagen representativa de Parkside, la marca de herramientas de Lidl. La empresa ha decidido confiar en el protagonista de Terminator para promover su línea de productos de bricolaje, dado que "no existe otra persona que pueda comunicar el éxito de la manera que él lo hace". La campaña, bajo el lema Ponte manos a la obra, tiene como objetivo inspirar a los clientes a través de la figura de Schwarzenegger, quien en un video afirma cuáles son sus "herramientas para el éxito" en la vida.Durante su juventud en Austria, trabajó como albañil. ¿De qué manera influyó esta etapa en su percepción hacia el trabajo manual?
Cuando era más joven, trabajé en la construcción para generar ingresos adicionales. Durante ese periodo, experimenté de primera mano lo que implica el esfuerzo físico, levantándome temprano cada día para ir a trabajar, sin importar las condiciones climáticas. Mi piel se agrietó por el contacto con el cemento y el frío. Desde entonces, comprendo lo que requiere la verdadera destreza; es una cuestión de voluntad y perseverancia.
¿Qué similitudes observa entre el culturismo y el bricolaje?
Por supuesto, ambos campos no se completan de forma aislada. En el culturismo, cada músculo juega un papel crucial, mientras que en la albañilería, la fuerza y la precisión son cruciales, entre otros aspectos. Tras entrenar en el gimnasio, al menos tenía la oportunidad de ducharme; en el lugar de trabajo, el polvo de cemento se adhería a mi piel durante todo el día. Sin embargo, el principio fundamental en ambas disciplinas es el mismo: si progresas en tu proyecto de manera constante día tras día, al final podrás apreciar lo que has logrado y sentirte orgulloso de ello.
¿Es cierto que renovó su primera vivienda en Los Ángeles por sí mismo?
Sí, se trataba de una casa totalmente deteriorada. No contaba con los recursos para contratar trabajadores, por lo que decidí realizarlo yo mismo. Vertí hormigón, derribé paredes e instalé el sistema eléctrico. ¿Cuál fue mi herramienta más fundamental? Un martillo perforador pesado: lo sostenía en mis manos con mayor frecuencia que mi smartphone en la actualidad. Me encantaría haber tenido en ese entonces el martillo perforador Parkside, que pesa un tercio y ofrece el doble de potencia.
¿Cuál es el error más frecuente que cometen los principiantes en bricolaje?
Si te muestras negligente en la preparación, acabarás enfrentando el doble de problemas posteriormente. Las herramientas adecuadas son imprescindibles, sin duda; sin embargo, la cinta métrica resulta ser la mejor aliada. Mi consejo es el siguiente: es preferible medir tres veces y cortar una sola vez.
¿Qué criterios utiliza para evaluar la calidad de las herramientas?
–En primer lugar, la solidez. El dispositivo debe operar eficazmente, incluso bajo carga plena, a pesar de recibir una considerable presión. En segundo lugar, la ergonomía. Las herramientas deben ser agradables de manejar, tanto en labores que requieren precisión como en aquellas que exigen gran potencia. Y, por último, la facilidad de uso. Todas las herramientas deben ser intuitivas, sin excesivos embellimientos.
–En la nueva campaña, se alienta a las personas a abordar sus proyectos de bricolaje. ¿Qué aspectos personales le atrajeron a involucrarse en este proyecto?
–Proporciona herramientas profesionales para todos. Cuando aprendí albañilería en Graz a la edad de 18 años, utilizábamos equipos que en ese momento eran inalcanzables para mí. La calidad no tiene por qué ser prohibitiva. Todos deberían tener la posibilidad de crear algo con sus propias manos, ya sea una estantería o incluso una casa completa.
–Culturismo, cine y política, desempeñándose como gobernador del estado de California en dos mandatos. ¿Qué hay acerca de su habilidad como entusiasta del bricolaje?
–La construcción nunca fue simplemente un pasatiempo para mí, sino mi forma de ganarme la vida. Cuando tenía 15 años, trabajaba arduamente en sitios de construcción en Austria, mezclando cemento y transportando piedras. Durante ese periodo, aprendí el verdadero significado del trabajo duro. Sin embargo, incluso en la actualidad, continúo disfrutando de participar en pequeños proyectos de bricolaje. La construcción me ha inculcado disciplina y precisión, competencias que me han beneficiado en todos los ámbitos de mi vida. Así que sí, si deseas que te construya una pared, soy la persona indicada [risas].
–¿Existe alguna anécdota particular en su vida en la que haya tenido que realizar todas las tareas manualmente?
–Siempre había algo que requería reparación o ajuste en el plató. Los accesorios o decorados necesitaban estabilización, reconstrucción o activación continua y muchas veces con poco tiempo de antelación. A menudo, bajo presión y con escasos materiales. En esos momentos, pude hacer uso de mis habilidades manuales, ya sea montando, ajustando o improvisando. No necesitaba ser perfecto, pero debía resistir hasta la siguiente toma.
Hay que sacar dinero de donde sea, ahora que el cine le ha dado la espalda al bueno de Arnie desde hace unos años.
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